Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

SSO en los Rellenos

SSO en los Rellenos

Los rellenos sanitarios han ido mejorando su desempeño en seguridad y salud ocupacional.



En Chile se generan anualmente unas 20 millones de toneladas de residuos de todo tipo y apenas se recicla o valoriza poco más del 20%. Como resultado, gran parte de la fracción restante se deposita en sitios de disposición final como basurales clandestinos, vertederos y, principalmente, rellenos sanitarios (RS). Estos últimos, que cuentan con muchos mejores estándares sanitarios y ambientales, han aumentado fuertemente su presencia en el país: en 2019, recibieron el 65% de los residuos eliminados y solo el 18% fue a parar a vertederos, según el tercer informe del Estado del Medio Ambiente en Chile (2020).

Por cierto, la treintena de RS que operan en Chile no están libres de enfrentar problemas ambientales ni tampoco accidentes y enfermedades ocupacionales que afectan a sus trabajadores propios y externos. De hecho, en la última década se han conocido casos fatales y eventos con heridos por aplastamiento, atropellamiento, caídas de nivel y otras causas.

Normativa Aplicable

¿Qué normativas sobre seguridad y salud ocupacional (SSO) regulan las operaciones de un relleno sanitario? Ricardo Leiva, Jefe del Departamento de SSO de Hidronor, comenta que "todas ellas están bajo el paraguas de la Ley 16.744 que establece un seguro social obligatorio contra accidentes de trabajo y enfermedades profesionales".

Agrega que la compañía cumple a cabalidad con cada exigencia legal en su RS de Copiulemu y planta de transferencia de Talcahuano, situadas en la Región del Biobío.

El experto detalla que los rellenos deben acatar también normativas genéricas y decretos específicos derivados de la misma Ley 16.744. Estos últimos son:

• Decreto supremo (DS) Nº 594/99 que norma las condiciones sanitarias y ambientales básicas en los lugares de trabajo.
• Reglamento Nº 189 sobre condiciones sanitarias y de seguridad básica en los rellenos sanitarios.

En el grupo Volta, que opera los RS Ecomaule (Región del Maule) y Ecobío (Ñuble), su equipo de medio ambiente y seguridad acota que éstos se "rigen por estándares de seguridad definidos en las leyes y reglamentos que establecen las condiciones y prohibiciones, y por normas que fijan metodologías estandarizadas (DS 594 y DS 189). A lo anterior se suman los estándares definidos por cada relleno sanitario que es parte de Volta, los cuales establecen las medidas de seguridad, procedimientos y protocolos de trabajo seguro, entre otros".

Riesgos y Prevención

Sobre los principales riesgos de accidente a los que se exponen los trabajadores al interior de RS como Copiulemu, Leiva menciona: volcamiento de maquinaria móvil, caída a mismo y distinto nivel, incendios, choques y colisiones, principalmente.

Para la eliminación y/o control de cada uno de estos factores de riesgo, Hidronor implementa controles de ingeniería y administrativos, y exige el uso de elementos de protección personal. En concreto, la empresa dispone de cinco niveles de control que se identifican y abordan antes de iniciarse el proceso productivo con la participación de personas. "Cada actividad es evaluada para determinar los posibles accidentes que pudieran suceder. Si el riesgo es inminente con daño a la persona, hay que eliminarlo. Si no se puede eliminar, se sustituye por un riesgo que sea aceptable. Si no se puede sustituir, hay que aplicar controles de ingeniería. Si éstos no son suficientemente robustos, o lo son, pero no minimizan el riesgo, hay que aplicar controles administrativos (normativas, procedimientos, capacitaciones, señalizaciones...). Y si todo lo anteriormente descrito no es suficiente, el equipo humano debe contar con todos los elementos de protección personal disponibles para evitar que se accidente", especifica el especialista.

A su vez, el Plan de Gestión de Riesgos Críticos de Volta tiene identificados cinco de estos peligros asociados a sus actividades de transporte, tratamiento y disposición de residuos. Estos son: aplastamiento; atropello; caída de distinto nivel; choque, colisión o volcamiento; y exposición a sustancias químicas.

"El siguiente paso es la consolidación y mejora continua de un sistema de trabajo seguro, con el objetivo de establecer requisitos, entrenamiento, herramientas de verificación y oportunidades de mejora para disminuir la exposición a los riesgos descritos", señala su equipo de medio ambiente y seguridad.

En el área de salud ocupacional, junto con los riesgos químicos, Hidronor se preocupa de atender en Copiulemu los factores físicos (como ruido, vibraciones y temperatura), ergonómicos (problemas musculoesqueléticos), psicosociales (ambiente laboral dentro de la organización) y biológicos (exposición a bacterias como la escherichia coli que causa la Hepatitis A) que pueden afectar el bienestar de sus colaboradores.

sso en rellenos - 02 - 550x350.jpgEl RS de Hidronor en Copiulemu y sus plantas de Talcahuano y Antofagasta (en la imagen) fueron reconocidas por la ACHS por completar 33, 24 y 33 meses continuos sin accidentes ni enfermedades profesionales, respectivamente.

Ricardo Leiva plantea al respecto que "todos nuestro personal está bajo vigilancia médica constante y vacunación al día. Para el correcto control de estos factores de riesgo tenemos implementado un programa de higiene industrial en conjunto con la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), gracias al cual medimos, evaluamos y aplicamos los protocolos sanitarios establecidos por el Ministerio de Salud".

Tecnologías y Certificación

Incorporar tecnología de avanzada y estándares internacionales permite a los RS avalar su adecuado funcionamiento. Volta, por ejemplo, ya logró la certificación ISO 45.001:2018 para el sistema de gestión de seguridad y salud de Ecobío, mientras que Ecomaule conseguiría igual reconocimiento en este 2021.

Además, la compañía implementó en sus talleres de mantención de maquinaria la técnica de gestión "5S", denominada así porque se basa en cinco principios para lograr lugares de trabajo mejor organizados y más limpios, ordenados y productivos.

Y para eliminar el riesgo de caídas, la empresa ha implementado controles de ingeniería, lo que ha implicado la instalación de escaleras y cuerdas de vida en las celdas de almacenamiento o disposición final, y de pasarelas en la zona de lavado de camiones.

Por su parte, Copiulemu y el resto de las plantas de Hidronor cuentan, en el área de SSO, con la certificación OHSAS 18001, esperando migrar en 2021 al estándar ISO 45.001.

En el relleno, la compañía ocupa camiones con tecnología de punta, con descarga de residuos 100% automatizada. "También son estancos para evitar el escurrimiento de riles durante su recorrido", destaca el líder de los temas de seguridad y salud ocupacional en Hidronor.

Por la Misma Senda

Optimizar los sistemas de gestión en SSO y mejorar las prácticas en estos ámbitos es un objetivo que persiguen ambas empresas.

En Volta subrayan que aunque su personal no entra en contacto directo (no existe manipulación) con los residuos que ingresan a los rellenos sanitarios que maneja, la salud de sus colaboradores es prioridad. Por eso mantendrán vigente el programa de vacunación a todo el personal operativo para prevenir cualquier enfermedad de tipo infecciosa.

Y en Hidronor apuestan por mantener muy baja la accidentabilidad. Más aún después de que el RS de Copiulemu y la planta de transferencia de Talcahuano fueran recientemente reconocidos por la ACHS. El primero por completar 33 meses sin accidentes ni enfermedades profesionales, y la segunda por lograr igual resultado en 24 meses continuos.

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Recuadro:

¿Y los Recolectores?

Más riesgosa, no cabe duda, es la labor de los recolectores de basura, que pueden sufrir cortes con distintos elementos, infecciones por el contacto directo con residuos peligrosos, enfermedades gastrointestinales por no tener un lugar adecuado para comer, caídas, atropellos y otros tipos de accidentes. Además, están expuestos a padecer constantes trastornos músculo-esqueléticos.

De ahí que en noviembre de 2019 los trabajadores del rubro, de más de 40 comunas de la Región Metropolitana, paralizaran sus actividades para exigir mejoras en sus condiciones laborales y salariales. Esto llevó a algunos diputados a presentar un proyecto de ley que modifica el Código del Trabajo para mejorar su protección. La iniciativa incluye un artículo único que señala que "el empleador o concesionario del servicio de recolección de basura domiciliaria deberá contar con sub-bases en las comunas de adjudicación y que éstas deberán tener baños, duchas y dependencias para el consumo de alimentos. Además el empleador deberá proveer al menos guantes, mascarillas y calzado adecuados, así como todos los elementos necesarios para evitar enfermedades por el contacto directo con los materiales de basura, desechos, residuos o percolados".

El proyecto permanece estancado en su primer trámite constitucional en la Comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara de Diputadas y Diputados.

Artículo publicado en InduAmbiente 169 (Marzo-Abril 2021), páginas 64 a 67.