Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Desarrollan soluciones de bajo costo para afrontar escasez hídrica en comunas de Valparaíso

Desarrollan soluciones de bajo costo para afrontar escasez hídrica en comunas de Valparaíso

Iniciativas en torno a reúso de aguas grises y desalación son parte de un proyecto del CCTVal de la USM, que beneficiará a Panquehue, Casablanca y Olmué.



Miércoles 20 de abril de 2022.- Según datos de la Dirección General de Aguas (DGA), más del 50% de las comunas del territorio nacional se encuentra bajo decreto de escasez hídrica. Entre las 16 regiones, una de las más golpeadas por la sequía es la de Valparaíso, con la provincia de Petorca como símbolo de la criticidad a la que el problema puede llegar.

Con el propósito de enfrentar este alarmante escenario, el Centro Científico Tecnológico de Valparaíso (CCTVal), perteneciente a la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), impulsará durante 2022 un proyecto centrado en las necesidades hídricas de las comunas de Panquehue, Casablanca y Olmué. El objetivo será analizar las capacidades de estas comunidades, identificando las brechas que enfrentan para una adecuada gestión del agua y cómo, en este contexto, el desarrollo de soluciones tecnológicas permitirá superar las dificultades en torno al suministro del recurso vital.

La iniciativa es una de las 21 propuestas seleccionadas y financiadas por el Fondo de Investigación Estratégica en Sequía, impulsado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación a través de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).

“Como primer paso, nos hemos reunido con las comunidades afectadas, a fin de elaborar una hoja de ruta con medidas de bajo costo, que garanticen el acceso al agua y una mejor gestión”, sostiene la Dra. Paula Guerra, directora del proyecto y académica del Departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la USM.

Segunda vida al agua

Dentro de las medidas que propondrá el proyecto, está el extender la reutilización del agua de uso doméstico proveniente de duchas, lavamanos y lavadoras, conocidas como aguas “grises”. Esta es una de las opciones que en el mediano plazo asoma como una de las más viables.

“Queremos masificar estas prácticas que se están implementando de manera aislada y, muchas veces, de forma rudimentaria. Esto se puede lograr través del diseño de sistemas automatizados para cada familia”, señala la Dra. Guerra.

Del mismo modo, añade la investigadora, “queremos evaluar también la utilización de aguas servidas tratadas o aguas negras, para que luego de su paso por las plantas no son sean descargadas a los ríos, sino destinadas a actividades agrícolas, industriales o de riego”.

De forma complementaria a la reutilización, otra de las aristas de este proyecto se enfoca en aumentar la disponibilidad y encontrar nuevas fuentes de agua potable. Para ello, se considera el desarrollo de un prototipo de desalación de bajo costo y con alta capacidad de producción.

“La separación del agua y la sal es posible a través de un proceso sencillo de evaporación. Sin embargo, para hacerlo en poco tiempo y en cantidades suficientes, se requiere de grandes superficies e infraestructuras que dificultan su viabilidad. Por ello, estamos diseñando un sistema que une distintas tecnologías ya existentes y que, de tener éxito, podría representar una solución económica, sustentable y viable a nivel nacional que no requiera de grandes infraestructuras y aumente considerablemente la disponibilidad de este recurso”, comenta el subdirector del proyecto e investigador del CCTVal, Dr. Christian Romero.

Difusión

Durante 2022, el equipo espera implementar al menos una solución preliminar por comuna, lo que permitirá en el futuro profundizar estos mecanismos y replicarlos en otras localidades del país. La divulgación de los resultados y desarrollos, sin embargo, deberá ser necesariamente acompañada de actividades de difusión con fines educativos en el uso de las nuevas tecnologías aplicadas, destacan los investigadores.

Con un presupuesto cercano a los $300 millones, el proyecto se encuentra actualmente en etapa de recolección de información por medio de un análisis de los intereses y competencias de las comunidades que serán beneficiarias de la iniciativa.

El equipo de expertos está conformado, además, por el Dr. Hernán Astudillo, en el área de análisis de capacidades; la Dra. Nina Hormazábal, especializada en el uso y automatización de aguas grises, y el Dr. Adrián Ortiz, que trabaja el uso de aguas concentradas a gran profundidad.