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La Otra Luz Verde

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El otorgamiento de los permisos ambientales sectoriales es clave dentro de la evaluación ambiental de los proyectos. Consultores plantean opciones para mejorar su tramitación.



Desde el punto de vista de la tramitación regulatoria, para que un proyecto de inversión en Chile se pueda tramitar "con todas la de la ley", no basta con que el titular obtenga una resolución de calificación ambiental (RCA) favorable para su Declaración o Estudio de Impacto Ambiental (DIA o EIA) por parte de los organismos evaluadores.

Claro porque el Decreto Supremo N° 40/2012, del Ministerio del Medio Ambiente, que define el Reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (RSEIA), señala que además se debe contar con los "permisos y pronunciamientos ambientales sectoriales (PAS) aplicables al proyecto o actividad".

Estas autorizaciones pueden ser de dos tipos: las referidas únicamente a materias ambientales y las mixtas, que tienen además contenidos no ambientales.

Como Ventanilla Única

Claudia Jara, Socia Directora y Gerente de Operaciones de la consultora Equilibrio Triangular, explica que "los PAS son obligatorios al momento de presentar un proyecto a evaluación ambiental, ya sea que éste vaya por una Declaración de Impacto Ambiental o un Estudio de Impacto ambiental. Por otro lado, estos permisos deben ser obtenidos junto con la RCA del proyecto, para facilitar su otorgamiento como parte 'sectorial' del respectivo organismo al cual se presenten y que después los apruebe".

Por lo tanto, añade que es fundamental una buena tramitación previa durante el proceso de evaluación ambiental de los proyectos, "para lograr exponer en esa instancia todos sus requisitos y saber de forma temprana la posición de la autoridad competente y sus criterios de evaluación. Todo esto con el fin de alinear los objetivos de cada PAS, subsanar cualquier diferencia y dejarlo aprobado de manera que después sea más fluida la ejecución del proyecto".

Por su parte, Cristóbal Fernández, Gerente Área Legal y Gestión de Permisos de ORBE Consultores, estima que los permisos ambientales sectoriales resultan "críticos" para las expectativas de desarrollo de cualquier proyecto de inversión.

"Los PAS están en el centro de la intención del legislador, de implementar a partir del SEIA una suerte de ventanilla única a través de la cual se pueda gestionar de una vez, conjunta y simultáneamente, todos los permisos de carácter ambiental que afectan a una determinada actividad", explica el abogado.

En ese rol, agrega, el SEIA coordina a todas las autoridades y servicios públicos competentes en el área. "Una vez que se obtiene la RCA de un proyecto, se entiende que el titular ha cumplido los requisitos para la obtención de los permisos ambientales por medio de estos organismos", detalla.

Requisitos

Los permisos ambientales sectoriales que otorgan los órganos y servicios de administración del Estado deben cumplir con ciertas exigencias. Esto implica considerar:

• La norma sectorial en que se fundamentan, lo que incluye el artículo y cuerpo normativo que crea el PAS.

• Los requisitos para su otorgamiento, que son aquellos criterios que permiten determinar si se resguarda el objeto de protección ambiental del permiso.

• Los contenidos técnicos y formales que tienen que remitirse para acreditar su cumplimiento.

El titular debe entregar todos esos antecedentes al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) para que éste determine si reúne las condiciones para acceder al PAS.

A juicio de Claudia Jara, la clave para obtener un permiso ambiental es la presentación completa y correcta de los antecedentes que exige, "los cuales deben ser preparados por profesionales idóneos al caso". La ingeniera civil química añade que para lograr esto hay que seguir las guías elaboradas por el SEA en la tramitación de los PAS. "Generar contacto con los servicios encargados de su evaluación también es clave para lograr una tramitación exitosa", acota.

En Distintos Sectores

Consultados ambos profesionales sobre si la tramitación de los PAS se complejiza o facilita dependiendo del sector productivo o económico al que corresponda un proyecto, Fernández y Jara coinciden en que eso no tiene mayor injerencia.

"El sector económico per se no representa una diferencia al tramitar un permiso ambiental sectorial, ya que cada uno de ellos tiene requisitos específicos y definidos que se deben desarrollar y cumplir", aclara Claudia Jara.

A renglón seguido, Cristóbal Fernández afirma que, conceptualmente, los requisitos son similares en todos los casos: "En rigor, se les pide lo mismo a todos. Sólo que hay algunos permisos que, por su naturaleza, son más complejos que otros. Pero eso no es un problema del reglamento, sino una consecuencia derivada de la naturaleza de cada proyecto en particular".

Un aspecto que los dos especialistas sí estiman diferenciador a la hora de tramitar los PAS es la magnitud o extensión de las iniciativas de inversión.

En ese sentido, Jara sostiene que "la envergadura o la localización de los proyectos puede hacer más compleja su evaluación o hacer que se requiera mayor cantidad de información a presentar. A esto hay que sumar que el sector o autoridad competente que lo apruebe tiene sus propios tiempos de otorgamiento".

Para Fernández, en tanto, la diferencia entre los PAS se genera también en función del nivel de impacto de los proyectos. "En rigor, debiera suceder que un permiso de corta de bosque o de sala de manejo de residuos pudiera ser más o menos típico y tener determinadas características que son habituales, versus un proyecto de tranque de relave o de flotación minera, o de un sitio para el acopio de estériles, porque son diferentes entre sí en términos de la complejidad de las actividades productivas o industriales que los requieren", comenta el abogado.

Complejidades

En opinión de Cristóbal Fernández, los permisos que suelen dilatarse son los que se tramitan a través del Consejo de Monumentos Nacionales. Según explica, esto se debe "en parte, al tiempo de tramitación y porque este organismo en ocasiones requiere el otorgamiento previo del mismo permiso, por ejemplo, para hacer excavaciones arqueológicas".

A su juicio, esto, además de suscitar "ambigüedades y zonas grises" durante el proceso de tramitación, hace que se tomen tiempos extraordinariamente largos que a veces ponen en peligro la viabilidad de los proyectos.

De igual modo, advierte que existen permisos que siempre han estado en el centro del debate respecto de su definición desde el punto de vista ambiental, como es el caso de los informes favorables de la construcción, conocidos antiguamente como autorización de cambio de uso de suelos.

Junto con ello, señala que hay problemas que vienen de larga data, como las dificultades en la comprensión de qué representan, para la Dirección General de Aguas (DGA), las modificaciones de cauces o los proyectos de defensa fluviales.

"Históricamente ha existido una especie de doble procedencia de los permisos, porque no está clara su naturaleza, desde el origen. Por más que ha habido guías del SEA que intentan dilucidar cuándo procede uno y cuándo aplica el otro, a la larga las guías repiten lo mismo que dice el reglamento del SEIA y el tema no se logra aclarar en el fondo", puntualiza el consultor.
Agrega que lo mismo ocurre con relación a la calificación industrial. "Más que un permiso, esto es un pronunciamiento que dice que una actividad industrial es, según sus características, molesta, peligrosa, contaminante o inofensiva", explica Fernández.

Dicha calificación, que nació con la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, posteriormente se fue replicando para otras actividades que no son industriales, tales como las infraestructuras.

"Esto, un poco quizás por comodidad, simpleza o economía mal entendida de parte del legislador, ha hecho que con el tiempo le apliquen la misma norma de calificación a los parques eólicos y a una turbina que convierte la fuerza del viento en energía, tratando así a este tipo de instalaciones como una industria", advierte.

Así, según la actual normativa, se solicita calificar esa actividad como molesta, peligrosa, contaminante o inofensiva. No obstante, Fernández estima que eso es innecesario, "si es que ese proyecto no tiene que ver con ningún permiso de edificación ni tampoco está emplazado en una zona en que se haga la distinción al respecto".

Planes Maestros

Con el propósito de asesorar a los proponentes de iniciativas de inversión, ORBE Consultores desarrolla planes maestros de permisos. Estos permiten reunir sistemáticamente las indicaciones de los procedimientos, requisitos, autoridades y plazos de cada uno de los PAS asociados a una actividad determinada, en un solo programa unificado.

Según Fernández, el plan comienza con la identificación de aquellos PAS que inciden en una iniciativa de inversión. "La idea es dar certezas a los proponentes respecto de todas aquellas intervenciones de autoridades que concurren en un determinado proyecto. Asimismo, señalar cuáles son los requisitos de cada PAS, qué servicios públicos los otorgan, cuál es el procedimiento a seguir, cuáles son los plazos involucrados y cómo se concatenan unos con otros. Por ejemplo, se indica qué permisos son pre requisitos para otros PAS que están en la cadena", explica el abogado.

De este modo, los planes maestros generan toda la matriz de permisos "y permiten al titular saber qué se necesita saber en términos de ingeniería, de planos y de pronunciamiento de otros servicios para obtenerlos".

Todo lo anterior, destaca el consultor, se traduce en una optimización de los tiempos para la gestión de los proyectos y sus plazos.

Por su parte, Claudia Jara comenta que la asesoría de Equilibrio Triangular consiste en "preparar la tramitación de los permisos según las guías del SEA; coordinarse con el especialista respectivo –que es parte de la consultora–; revisar que los contenidos de dichos PAS se ajusten a los requisitos solicitados en cada guía del Servicio, y que se encuentren de acuerdo con lo que cada autoridad está solicitando en cada región, para adjuntarlos en la tramitación ambiental del proyecto, ya sea como DIA o EIA".

Opciones de Mejora

A juicio de la experta, considerando la cantidad de organismos públicos que intervienen en la evaluación ambiental de los proyectos y la tramitación de los PAS, en los que cada organismo competente posee leyes, normativas y regulaciones diferentes, siempre habrá espacio para implementar una mejora continua.

"Por ejemplo, así como existen guías del SEA para cada sector, cuando éstas se encuentran en proceso de modificación de sus requisitos y criterios de evaluación, hemos notado que se produce un vacío para nosotros, como consultores, ya que se desconocen los temas a cambiar. Debido a ello, solamente dentro de la evaluación cuyas instancias están reguladas, nos vamos enterando de las modificaciones que se piensa hacer, las cuales incluso algunas regiones y sus autoridades aplican antes de que cambien las guías, por lo que el trámite de aprobación de esos PAS se frena", afirma Jara.

En consecuencia, la consultora añade que se podría mejorar la forma en que se informan e implementan esos cambios para no generar vacíos o dificultar la aprobación de los proyectos. "Hemos participado en algunos sectores mediante talleres u otras formas de retroalimentación temprana con las autoridades respectivas. Eso ha permitido incorporar los cambios en el momento de tramitación del proyecto y lograr aprobarlos con las nuevas modificaciones, sin tener que llegar a la instancia de rechazo del proyecto por parte de algún sector", comenta.

Por su parte, Cristóbal Fernández aboga por que se busquen fórmulas para evitar que la tramitación sectorial se duplique. "A los titulares les cuesta creer que después de haber hecho la tramitación en el SEIA, de cumplir los requisitos y de entregar toda la documentación solicitada –por ejemplo, a la DGA y Sernageomin–, tengan que volver a tocarles la puerta y a veces incluso a empezar de nuevo, lo que implica que los trámites se repitan", señala.

En esa dirección, plantea que el sistema debiera perfeccionarse, asegurando de forma efectiva que la tramitación sectorial de los permisos, que ya se completó dentro del SEIA, se acote a un número de temas identificados y precisos, a fin de que no se aborde nuevamente las materias que ya se revisaron.

"Hay espacio para clarificar varios aspectos, pero el problema es que el Reglamento no puede precisar ambigüedades que deben ser aclaradas por los organismos sectoriales de los cuales depende la entrega del PAS, en cada caso según corresponda, y no del SEIA", concluye el abogado.

++++

Dato:

20
Son los PAS de contenido únicamente ambiental y 30 los permisos mixtos, según el reglamento del SEIA.

Artículo publicado en InduAmbiente 174 (enero-febrero 2022), páginas 58 a 61.