Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

La Estrategia Orgánica

La Estrategia Orgánica

Propuestas para alcanzar la meta de la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos: reciclar 66% al año 2040.



Según antecedentes recopilados por la Subsecretaría de Desarrollo Regional, los residuos orgánicos, como los restos de comida o las cáscaras de fruta, representan aproximadamente el 58% de la basura que genera un hogar promedio en Chile. Y de eso, se recicla menos del 1%. Para mejorar ese escuálido índice, a comienzos de agosto el Ministerio del Medio Ambiente sometió a consulta pública una propuesta de Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos (ENRO), con una meta tan clara como ambiciosa: llegar a reciclar el 66% de los generados a nivel municipal al año 2040.

Tal como lo señala el mismo documento, este instrumento "es indispensable para avanzar como país hacia una economía circular, en tanto que los orgánicos constituyen la mayor parte de los residuos que generamos en nuestras ciudades". Y también es fundamental para reducir la emisión de gases de efecto invernadero derivados de su acumulación y descomposición en vertederos, ayudando así a cumplir con el compromiso adquirido por Chile en la actualización de su Contribución Determinada a Nivel Nacional para enfrentar el cambio climático.

El aumento del reciclaje orgánico, por cierto, trae otros beneficios más concretos como el aprovechamiento de los nutrientes contenidos en estos residuos que pueden servir como fertilizantes, y la posibilidad de obtener biogás a partir de procesos de biodigestión.

Además, su adecuado tratamiento evita la proliferación de vectores sanitarios (moscas, aves, ratones), y la generación de lixiviados y olores molestos.

Metas Intermedias

"Pasar de un 1% a un 66% de reciclaje es un desafío enorme que implica, por ejemplo, masificar las composteras o vermicomposteras en los domicilios, y generar instalaciones en los barrios y a nivel comunal e intercomunal, como también en los colegios, parques e instituciones públicas, fortaleciendo la educación ambiental", señaló la Ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, durante la presentación de la Estrategia.

En ese marco, antes de alcanzar el gran objetivo establecido para 2040, la ENRO propone los siguientes logros intermedios que se debieran cumplir en 2030:

• Valorizar un 30% de los residuos orgánicos generados a nivel municipal.
• Contar con 500.000 familias que utilicen composteras y/o vermicomposteras en sus viviendas.
• Llegar a 5.000 establecimientos educacionales con dichos elementos para reciclaje.
• Lograr que 500 barrios del programa "Quiero mi Barrio" practiquen compostaje y/o vermicompostaje.
• Que un 50% de las instituciones públicas separen en origen y valoricen sus residuos orgánicos.
• Lograr que todos los parques urbanos administrados por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo estén compostando los residuos orgánicos generados en sus instalaciones.

Reglas, Incentivos y Más

Para alcanzar los objetivos mencionados, la Estrategia apunta a "destrabar un conjunto de nudos que hoy existen y que han impedido o limitado los avances en esta materia. Asimismo, es fundamental generar reglas e incentivos correctos para que la ciudadanía, los organismos públicos, las municipalidades y las empresas modifiquen la forma de relacionarse con los residuos orgánicos".

Sobre ese escenario, plantea líneas de acción generales como las siguientes:

-Para fomentar el involucramiento ciudadano: Establecer obligaciones e incentivos para las personas, potenciar la educación ambiental y llegar a la ciudadanía a través de los municipios y otros programas públicos.

-Potenciar las capacidades y recursos de las municipalidades, mediante la creación de un Programa de Residuos Orgánicos, por parte del Ministerio del Medio Ambiente, que optimizará el uso de los recursos disponibles en el sector público.

-Financiamiento: Además de aprovechar los instrumentos existentes de inversión pública y concursos, se abordará el histórico déficit municipal en gestión de residuos. "Es fundamental avanzar, paulatinamente, hacia el cobro a las personas por los residuos que generan", advierte la Estrategia.

-Establecer incentivos claros que permitan viabilizar proyectos privados que entreguen soluciones en esta materia. Además, contribuir a que estas iniciativas se puedan beneficiar de los mercados de carbono que se desarrollen a futuro.

-Usar diversos instrumentos públicos para aumentar la demanda de los productos que se obtendrán de la valorización de los residuos orgánicos (compost, humus y digestato), incluyendo el desarrollo de un esquema de certificación para éstos.

-Modificar y crear un conjunto de instrumentos que propicien la valorización de residuos orgánicos, haciendo ajustes en la normativa sanitaria, de evaluación ambiental y de planificación territorial para transitar de una lógica de economía lineal a una circular.

-Evitar la generación de residuos orgánicos, apoyando los esfuerzos que ya realiza el Comité Nacional para la Prevención y Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos.

-Elaborar un sistema de monitoreo que permita medir el avance hacia los objetivos y metas propuestas.

Ambiciosa y Desafiante

Quienes trabajan en la gestión de los residuos orgánicos en Chile, en general, valoran la propuesta de la Estrategia, pero al mismo tiempo advierten sobre diversos aspectos a tener en cuenta.

En relación al objetivo de reciclar el 66% al 2040, por ejemplo, Alejandro Navech, gerente general de la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR), señala: "Es una meta ambiciosa, pero necesaria. Hoy el mundo necesita recuperar recursos para la economía circular y alinear los esfuerzos a través de una meta, me parece que es lo adecuado. Sin duda, esto requerirá un 'paso a paso' en nuevos modelos de recuperación, tratamiento y, por supuesto, de educación a la ciudadanía con el acompañamiento de límites a la no generación de descartables y con cobros por la eliminación".

De igual manera, Navech considera que los objetivos intermedios están "bien pensados desde la planificación", sin embargo, llama a tener flexibilidad para que sea posible incorporar nuevos desafíos.
A su vez, Felipe Ortiz, gerente general de Armony Sustentable, empresa asociada a ANIR, considera que "la meta al 2040 es positiva y desafiante; si consideramos la realidad actual en esta materia, es un avance importante en 20 años. Para lograrla, se debe generar infraestructura suficiente que la soporte, planes de desarrollo, educación, capacitación y todo lo que conlleva implementar con éxito la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos".

Agrega que como empresa participaron en la mesa de trabajo que dio vida a la ENRO, "por lo tanto, estamos de acuerdo con todos los objetivos planteados. La información presentada fue analizada técnicamente, tomando en consideración la realidad local, de manera global y particular a fin de establecer los hitos intermedios", asegura.

Por su parte, Marisol Garrido, subgerente comercial de Volta, se muestra más cauta: "Aspirar a una valorización del 66% de los residuos orgánicos domiciliarios significará que 2 de cada 3 hogares, realizará una estricta separación de sus residuos de comida y jardín. Considerando que actualmente solo un 1% de los residuos orgánicos municipales no se disponen en relleno sanitario, pareciera una meta muy ambiciosa, que además requiere tener una capacidad instalada de tratamiento de casi 3 millones toneladas al año, sin tomar en cuenta los residuos orgánicos industriales, los cuales no están considerados en la Estrategia". Añade que para lograr el objetivo se requiere un enfoque multisistémico y conviene aprovechar la experiencia de otros países, así como la mayor conciencia ciudadana y los mecanismos para separación en origen que está generando la Ley sobre Responsabilidad Extendida del Productor. Luego sostiene: "El cambio cultural implícito en esta política no podrá ser impulsado sin los incentivos adecuados y el compromiso del poder legislativo que se requiere".

En esa misma línea, opina que es clave contar con un marco regulatorio que fomente e incentive el desarrollo de la Estrategia. "Mientras éste no exista y no se aplique, la meta planteada parece poco realista", dice. Y agrega: "Las metas intermedias asociadas a los establecimientos educativos y barrios, por sí solas, no tendrán la capacidad de impactar fuertemente la fracción propuesta, sin el acompañamiento de incentivos económicos que fomenten la inversión privada y desincentivos económicos a la disposición final en rellenos sanitarios".

Lineamientos Relevantes

Los especialistas destacan también algunos lineamientos incorporados en la Estrategia que pueden ser más efectivos para alcanzar las metas.

"La recuperación de materiales orgánicos domiciliarios a través de las municipalidades es un objetivo alcanzable, puesto que tienen la experiencia en la logística de recolección. Ahora bien, para lograrlo se requiere hacer varios ajustes, para contar con Departamentos especializados dentro de las municipalidades pensando en la economía circular y no en el aseo y ornato", apunta Alejandro Navech.

A juicio de Felipe Ortiz, en tanto, las líneas de acción más relevantes son: "La generación de los planes de reciclaje domiciliario y la generación de incentivos al reciclaje y a la posterior demanda del compost resultante, mediante la creación de programas estatales en los distintos rubros que se pueden beneficiar, desde el Ministerio de Obras Públicas, el Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Bienes Nacionales, para el uso de este nuevo recurso en parques nacionales, reforestaciones, construcciones, recuperación de suelos, entre otros".

Por su parte, Marisol Garrido pone énfasis en la necesidad de "inyectar recursos financieros que permitan la inversión. Por lo tanto, el aumento de la recaudación del pago del derecho de aseo, reduciendo la aplicación de exenciones, el pago por el proceso de valorización de los residuos orgánicos y la priorización de la inversión pública y privada, deberían hacerse efectivos, acompañados del cambio regulatorio basado en una economía circular".

Trabas y Mejoras

Los representantes de las empresas recicladoras también plantean los principales obstáculos para avanzar en el reciclaje de residuos orgánicos en Chile, así como algunas propuestas que se podrían sumar a la ENRO.

Desde ANIR, Alejandro Navech subraya que "la tracción de la demanda será el factor crítico del éxito de esta política, por lo que se debe profundizar más este punto. Sin tracción de los productos que se generan a través del tratamiento orgánico no es posible sostener un modelo. Se hace un gran esfuerzo por ver cómo financiamos esta política, pero el autofinanciamiento de largo plazo es prioritario. En ese sentido, alinear competitivamente la utilización de productos provenientes de la recuperación secundaria de recursos usados versus la extracción de recursos naturales es el foco. Son claves los incentivos al compostaje, los desincentivos a la eliminación y los instrumentos correctivos para favorecer la venta del producto tratado".

En Armony Sustentable, Felipe Ortiz identifica como traba inicial "la capacidad técnica y disponibilidad de recursos de las municipalidades, ya que en ellas recaerá parte importante de esta tarea. También la educación ambiental en todo nivel, es un desafío importante por lograr hoy y a futuro".

Marisol Garrido advierte obstáculos similares: "El desconocimiento de la población respecto a que la recolección y tratamiento de los residuos generados en los hogares es un servicio que tiene un costo y debe solventarse, es una barrera cultural que se debe romper y que permitirá tomar conciencia y valorar los incentivos que propone esta Estrategia. Asimismo, las diferencias de recursos técnicos y económicos entre las diferentes comunas del país para llevar a cabo la transformación de la gestión de sus residuos son un obstáculo que puede tomar bastante tiempo superar y, por lo tanto, es necesario potenciar el rol del Programa de Residuos Orgánicos".

Finalmente, plantea que convendría incorporar a la Estrategia los residuos de la industria agroalimentaria. "Sería una oportunidad de integrar los esfuerzos privados y públicos, agregando recursos, conocimiento e innovación para potenciar y desarrollar las capacidades de valorización del conjunto de residuos orgánicos que se generan en el país y que permitan llegar a la meta propuesta que todos queremos alcanzar", concluye.

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DATO:

15
De septiembre vence el plazo para participar en la consulta pública de la ENRO. Se puede hacer a través del portal: https://consultasciudadanas.mma.gob.cl

Artículo publicado en InduAmbiente N° 165 (julio-agosto 2020), págs. 46-48.