Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Instalaciones sin Olores

Instalaciones sin Olores

Actilayer es una solución eficaz y conveniente para mitigar olores de fuentes difusas difíciles de tratar.



El palacio de Versalles, célebre por haber albergado a los reyes de Francia, recibe anualmente a millones de visitantes. Está emplazado en una zona altamente turística, llena de historia y tradición monárquica, que también será sede de las pruebas ecuestres de los juegos olímpicos de 2024.

Fue, precisamente, en ese lugar donde se instaló una solución tecnológica de última generación, para mantener los estándares ambientales que requieren las diversas actividades que ahí se desarrollan.

Se trata de Actilayer, una cubierta fotocatalítica de PVC, similar a una lona, eficaz para mitigar malos olores de fuentes difusas difíciles de tratar, provenientes de industrias de alimentos, estanques de proceso, plantas de compostaje, sistemas de tratamiento de aguas servidas (PTAS) y de residuos industriales líquidos (riles). A esa cubierta se le integran parches de carbón activado recubiertos de dióxido de titanio (TiO2), el cual se activa con el sol generando radicales libres que destruyen los compuestos odoríferos.

Así lo explica y detalla Fabiola De Giorgis, Emission Treatment Manager de Serpram, empresa especialista en el control de emisiones atmosféricas que opera en Chile.
La ingeniera añade que el sistema "encapsula y trata la fuente de generación de olores, promoviendo el paso de los vapores generados de manera pasiva a través de los parches".

Probada en Europa

La efectividad de esta solución se ha probado en Francia, Italia y otros países de Europa, tanto en instalaciones de clientes industriales como también en empresas sanitarias. "Actilayer se ha aplicado satisfactoriamente en áreas de entre 10 a 1.000 m2 o más", comenta De Giorgis.

Un caso de éxito es su implementación en el canal de entrada a una PTAS en la región de Versalles, que trata aguas lluvias y servidas de 14 municipalidades. Los caudales ingresan a la planta por medio de un canal a cielo abierto y de un puente catalogado como patrimonio nacional del período de Luis XVI.

"Se instalaron 200 m2 de la solución Actilayer como sistema de tratamiento de olores, para cubrir el canal de entrada a la planta. Esto permitió el confinamiento y adsorción de los compuestos odoríferos, así como su posterior degradación y la regeneración de la cobertura del sistema, gracias a la acción de los rayos solares", sostiene la ingeniera.

Como parte de la implementación, se diseñó un soporte estructural abovedado hecho a medida, para preservar la visibilidad y los elementos estéticos de la entrada del puente Luis XVI.


La cubierta puede instalarse sobre distintos tipos de fuentes, como estanques de proceso y plantas de tratamiento de RILes.

"Los beneficios para el cliente fueron contar con una solución armónica con el paisaje capaz de reducir el ácido sulfhídrico (H2S) y los compuestos orgánicos, favoreciendo un ambiente libre de olores. Los niveles de concentración de olor bajaron en 75% y los de compuestos azufrados en un 90%", agrega.

En Industria Alimenticia

Desde Serpram destacan los múltiples beneficios de Actilayer:

• Puede tratar una amplia gama de contaminantes, como H2S, compuestos orgánicos volátiles (COVs), óxidos de nitrógeno (NOx) y otros que generan olores.

• Permite encapsular y tratar los agentes odoríferos en un solo sistema.

• Requiere de inversiones 5 a 10 veces menores que sistemas convencionales.

• Permite el paso del aire de forma natural, eliminando el riesgo de atmósfera explosiva.

• Su gasto operativo es muy bajo y, además, es de fácil y rápida instalación.

• El mantenimiento que se requiere es mínimo.

• Se implementa en el mismo espacio que ocupa la fuente de generación de olores.

• No demanda consumo de energía eléctrica ni reactivos químicos.

• Su aplicación no está sujeta a restricciones normativas y es muy versátil.

En Chile, destaca Fabiola De Giorgis, Actilayer podría ser muy útil para algunas industrias productoras de alimentos, como los planteles porcinos y las pesqueras, y también para el sector sanitario, específicamente para el tratamiento de aguas residuales, lodos y de residuos sólidos: "En general, se puede aplicar en todos los procesos que necesiten ser cubiertos y que generen olores", apunta.

Y concluye: "En nuestro país, esta tecnología puede ayudar a las instalaciones industriales a resolver sus retos ambientales y contribuir a una mejor relación de las empresas con la comunidad, en lo referente a sus emisiones odorantes, con un bajo costo de implementación y operación".

Artículo publicado en InduAmbiente 172 (septiembre-octubre 2021), páginas 64 a 65.