Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Biodiversidad e inteligencia colectiva híbrida

Diego Restelli
Coordinador de Cumplimiento Ambiental
Gestión Ambiental Consultores (GAC)



Columna-Diego Restellix300
Con el objetivo de contar con instituciones más modernas, mediante el uso de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el 30 de septiembre de 2021 la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) oficializó la Estrategia de Inteligencia Ambiental mediante la Resolución Exenta Nº 2123. Uno de los conceptos interesantes es la denominada "inteligencia colectiva híbrida" que, en resumen, consiste en construir una alianza entre personas y tecnología para optimizar la gestión de la SMA frente a los desafíos de proteger el medio ambiente y la salud de la población.

En línea con este principio de modernización del seguimiento ambiental, y producto de la gran cantidad de información recopilada por la SMA, se dictó la Resolución Exenta Nº 343 en marzo de 2022, con el objeto de elaborar y remitir informes de seguimiento ambiental para proyectos con resolución de calificación ambiental (RCA), bajo el formato de planillas digitales para los subcomponentes flora y/o vegetación, fauna, hongos y líquenes. La información que se debe remitir consiste en la recopilación de los datos de línea base y área de influencia, datos históricos y datos de seguimiento. En paralelo, los informes de seguimiento ambiental deben seguir reportándose al Sistema Nacional de Información de Fiscalización Ambiental (SNIFA), según los plazos comprometidos en cada RCA.

Independiente a las planillas de biodiversidad e informes de seguimiento, el ejercicio de reportabilidad cobra mayor relevancia cuando se piensa a mediano o largo plazo, bajo el concepto de inteligencia colectiva híbrida, como un avance colaborativo entre el Estado, la ciudadanía y la tecnología, mediante los cuales se puede tener acceso a información actualizada gatillando procesos de mejora continua.

En particular para la componente flora y vegetación, resulta interesante conocer la evolución y resultados de las medidas de mitigación, reparación y/o compensación que fueron definidas en procesos de evaluación ambiental de larga data. Conocer los éxitos, esfuerzos adicionales y/o fracasos de los titulares para cumplir con los compromisos, permitirá enriquecer el conocimiento para proponer medidas y planes de seguimiento más precisos y eficientes. La idea debería traducirse, por ejemplo, en una disminución en los tiempos de evaluación ambiental, al ajustar metodologías, protocolos y diseños de los planes por especie, y/o un aumento en el éxito de las medidas, debido a que las desviaciones de los resultados deberían estar ya analizadas y subsanadas.

Finalmente, tenemos un gran desafío como profesionales del área ambiental a la hora de diseñar y evaluar medidas. Considerando además el contexto de cambio climático, debemos ser capaces de generar reales beneficios con su implementación, es decir, obtener una pérdida neta cero o una ganancia de biodiversidad, apoyándonos en los datos históricos, la tecnología y la experiencia colectiva.

Columna publicada en InduAmbiente 179 (noviembre-diciembre 2022), página 23.