Martes 27 de mayo de 2025.- Los avances tecnológicos buscan prevenir riesgos y enfrentar desafíos operacionales. Las soluciones basadas en Internet de las Cosas (IoT) contribuyen a este objetivo al habilitar un monitoreo, proporcionar datos confiables y apoyar la toma de decisiones temprana para mitigar posibles problemas relacionados con la infraestructura, las condiciones ambientales o el rendimiento de los equipos.
Los depósitos de relaves, por ejemplo, son estructuras diseñadas para almacenar los subproductos o desechos generados por procesos industriales, como la minería, donde se utilizan para contener los materiales residuales luego de la extracción de minerales valiosos. Según las Directrices para la Gestión Responsable de Relaves Mineros de EarthWorks, estos sitios deben contar con sistemas de monitoreo adecuados y exhaustivos que permitan identificar y reducir riesgos.
En Chile, el marco regulatorio para su seguridad exige que las empresas mineras presenten documentación completa a lo largo de todo el ciclo de vida de estas instalaciones. Esto incluye los planes de diseño, construcción, operación y cierre, revisados y aprobados por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin).
Aunque la normativa no exige explícitamente un informe anual que verifique el cumplimiento del diseño aprobado, los operadores deben reportar cualquier evento anómalo que pueda afectar la estabilidad del tranque, como el aumento de la percolación o inestabilidad estructural. Además, la iniciativa público-privada Programa Tranque ha fortalecido la supervisión y la transparencia mediante el desarrollo de un Sistema de Monitoreo Global (GMS), que entrega datos en tiempo real sobre la estabilidad física y química de los depósitos de relaves. Este sistema facilita una gestión proactiva y garantiza que la información crítica de seguridad esté disponible para autoridades, empresas y comunidades, fortaleciendo la preparación y prevención ante emergencias.
El aporte de los sensores
La necesidad de medir, calificar y cuantificar datos en grandes extensiones es común en muchos sectores, pero resulta aún más crítica al monitorear materiales peligrosos y la integridad estructural de depósitos de relaves. Para apoyar la reducción de riesgos, pueden instalarse sensores que emitan alertas ante cambios en los patrones, movimientos del terreno u otros datos esenciales. Estos sensores también permiten decisiones anticipadas que ayudan a mitigar posibles impactos.
"La tecnología IoT satelital brinda un apoyo valioso para monitorear una diversidad de infraestructuras y recursos," explica Óscar Delgado, director de Ventas LATAM de Myriota, empresa de reconocido liderazgo a nivel mundial en conectividad satelital para dispositivos IoT y de bajo consumo.
Agrega: "al proporcionar datos confiables, estas soluciones permiten detectar problemas potenciales a tiempo, facilitando decisiones más informadas. Esto es especialmente relevante en industrias como la minería, donde los riesgos operacionales y ambientales deben gestionarse con el máximo rigor".
El aporte de la tecnología IoT va más allá del monitoreo de depósitos de relaves, ofreciendo soluciones útiles para diversas operaciones del sector minero. Puede utilizarse para vigilar maquinaria pesada, asegurar que los activos funcionen eficientemente e identificar posibles fallos mecánicos antes de que ocurran. También ayuda a controlar niveles de agua y gas en tanques, asegurar una gestión adecuada de recursos y prevenir riesgos operacionales o desperdicios.
Otra aplicación crítica es la medición de la calidad del agua en cuerpos cercanos, lo que ayuda a detectar posibles fugas o contaminación desde los sitios mineros.
Conectividad remota
Con la instalación de equipos conectados directamente a satélites, los datos se transmiten a equipos remotos y pueden ser consultados y actualizados fácilmente, desde cualquier lugar.
"Durante años, la infraestructura remota se ha supervisado manualmente, lo que ha derivado en reportes imprecisos sobre su condición. En un contexto de riesgo potencial crítico, los reportes incorrectos pueden contribuir a fallas o a descargas ilegales con daño ambiental," señala Delgado.
En los últimos años, Chile ha intensificado su supervisión. Los nuevos esfuerzos se centran en fortalecer los sistemas de alerta temprana, aumentar la transparencia mediante registros públicos y garantizar el cumplimiento de estándares internacionales como los promovidos por el Global Industry Standard on Tailings Management (GISTM).
Chile es el tercer país del mundo con el mayor número de depósitos de relaves identificados, con más de 740 registrados, según datos del Sernageomin. Estas estructuras representan riesgos significativos para la seguridad y el medio ambiente si no se gestionan adecuadamente. El país implemento el Decreto Supremo N° 248 (2007), que exige que todas las instalaciones pasen por evaluaciones de estabilidad, clasificación de riesgos y revisiones de diseño. Las estructuras clasificadas como de alto riesgo deben ser monitoreadas permanentemente mediante sistemas de instrumentación, someterse a inspecciones técnicas periódicas y contar con Planes de Respuesta y Preparación ante Emergencias (PRPE) actualizados. Estas medidas son supervisadas por el propio Sernegeomin, que realiza auditorías independientes y puede imponer medidas correctivas cuando no se cumplen las condiciones de seguridad.
A nivel internacional, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) promueven iniciativas y directrices para la seguridad de los depósitos de relaves.
"La conectividad satelital IoT permite acceder a datos consistentes sobre activos remotos, cerrando brechas de conectividad y facilitando el cumplimiento de todas las normativas nacionales e internacionales. Además, permite monitorear diversos elementos operativos en el entorno minero, elevando la seguridad y la eficiencia en su conjunto. En este contexto, la tecnología satelital no es solo una herramienta: es un verdadero aliado", concluye Delgado.