Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Bioeconomía: el modelo de desarrollo que ayuda a postergar el “sobregiro de la Tierra”

Bioeconomía: el modelo de desarrollo que ayuda a postergar el “sobregiro de la Tierra”

Aporta soluciones a desafíos como alimentar a una creciente población o reducir la huella de carbono con energía limpia y renovable.



Jueves 29 de julio de 2021.- Hoy llegamos a nivel global al Día del Sobregiro de la Tierra, que indica el momento del año en que la demanda de recursos y servicios ecológicos de la humanidad excede lo que la Tierra puede regenerar en ese año. La fecha se adelantó tres semanas respecto de 2020, cuando el sobregiro se registró el 22 de agosto.

Ante el urgente llamado #MoverLaFecha del sobregiro de la Tierra, diversas acciones enmarcadas en la Bioeconomía se están posicionando como parte de la solución.

Así por ejemplo, dado que nuestra forma de producir, distribuir y consumir alimentos determina el 70% de la pérdida de agua potable y el 37% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, sería posible aplazar en 32 días el Día del Sobregiro de la Tierra con acciones como preferir alimentos de origen vegetal, cultivar siguiendo prácticas regenerativas y que conserven la biodiversidad y reducir el desperdicio de alimentos.

La Bioeconomía es un paradigma de desarrollo sustentable que se basa en la producción de bienes y servicios a partir del uso o la transformación de conocimiento, recursos biológicos y naturales renovables, como plantas, madera, hongos, microorganismos o biomasa.

"Esto se hace aplicando ciencia y tecnología para transitar desde un modelo extractivista y lineal —basado en recursos fósiles y contaminantes— hacia un modelo sustentable que conjuga crecimiento económico con protección ambiental y social", destaca la Dra. Pilar Parada, directora del Centro de Biotecnología de Fraunhofer Chile.

Este centro, establecido en Chile en 2010, ha enfocado sus líneas de investigación aplicada en diversas áreas que apuntan a la sustentabilidad del sector productivo bajo los principios de la bioeconomía circular. Entre estos desarrollos se incluyen soluciones como:

- Reducir la huella hídrica y de carbono que genera producción de carne animal reemplazándola por proteínas extraídas de legumbres y semillas para producir alimentos
- Tecnologías para el tratamiento y disposición sostenible de residuos orgánicos para convertirlos en bioenergía y mejoradores de suelo agrícola
- Productividad agrícola en armonía con conservación de la biodiversidad en huertos comerciales.
- Extracción de biocompuestos desde residuos agroindustriales para emplearlos como aditivos de alimentos o nutracéuticos.
- Pilotos de huertos urbanos para el cultivo hidropónico de hortalizas en contenedores cerrados alimentados por energía solar fotovoltaica y provistos de luces LED para optimizar el crecimiento de hortalizas.
- Sistemas agrivoltaicos que combinan la producción de alimentos y la generación de energía limpia en la misma superficie de suelo agrícola.

A la fecha, cerca de 50 países del mundo cuentan o están trabajando en una estrategia nacional de Bioeconomía. Siete de ellos en Latinoamérica: México, Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Paraguay y Uruguay. En Chile no existe una política o estrategia al respecto, pese a que hay iniciativas estatales y legislación que va en la línea de los planteamientos de este modelo, como la Ley REP, la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos, la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde y la Hoja de Ruta de Economía Circular.

"Una política de Bioeconomía permitiría articular todos estos esfuerzos de forma transversal y multidisciplinaria con un diseño maestro y secuencial con miras a un Chile sustentable, impulsado por el conocimiento y el uso eficiente de los recursos de base biológica", subraya Pilar Parada.