Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Avanza control de emergencia ambiental por derrame de aceite de soya en sector del lago Chungará

Avanza control de emergencia ambiental por derrame de aceite de soya en sector del lago Chungará

CONAF, otros servicios públicos y voluntarios ya retiraron 3.400 litros de los 25 mil vertidos en la zona por un camión boliviano que volcó el pasado miércoles, causando un severo daño ambiental. Además, la empresa especializada Séché inició las labores de extracción del contaminante y se encargará de la futura remediación.



Miércoles 26 de noviembre de 2025.- Diversos organismos públicos, voluntarios privados y empresas especializadas han trabajado arduamente durante la última semana para controlar el desastre ambiental que generó el derrame de 25 mil litros de aceite de soya desde un camión boliviano, en el sector del lago Chungará, uno de los ecosistemas más frágiles y emblemáticos de la Región de Arica y Parinacota.

De acuerdo a lo informado por la Corporación Nacional Forestal (CONAF), el trabajo que se inició inmediatamente después de ocurrida la emergencia permitió extraer 3.400 litros del contaminante. Y ayer comenzó a trabajar en la zona la empresa Séché que, a través de su servicio especializado SpillTech, se está haciendo cargo de la contención del derrame y se encargará de la futura remediación ambiental de este sector del Parque Nacional Lauca que se mantendrá cerrado de manera indefinida.

El director regional de la CONAF, Lino Antezana, comentó a radio Cooperativa: "Retiramos manualmente 3.400 litros entre los guardaparques, voluntariado y las demás instituciones que han participado". Agregó que ha sido una labor bien difícil ya que se ha desarrollado a 4.500 metros sobre el nivel del mar, para tratar de contener el "daño ambiental severo" provocado a yaretas, pajonales, anfibios, aves, peces y microorganismos del bofedal altoandino.

Al mismo tiempo, advirtió que para conocer y controlar adecuadamente el nivel del daño "hay que hacer un análisis, hay que monitorear la fauna, y hay que estar constantemente extrayendo el aceite, porque después con las aguas lluvias ese aceite puede aflorar y nuevamente hay que retirarlo desde el cuerpo de agua".

Antezana indicó, además, que para enfrentar adecuadamente esta compleja emergencia se contrató a una empresa especializada que "está trabajando con toda la tecnología para extraer el aceite lo más rápido posible, ya que esa es la primera etapa. Posteriormente viene la etapa de rehabilitación del ambiente y del hábitat de las aves que tenemos en el territorio".

Trabajo especializado

La empresa que asumió dicha labor es Séché Group, a través de su servicio de respuesta ante emergencias SpillTech, que tras una evaluación inicial del sitio afectado y los preparativos necesarios, inició ayer la labor en terreno. "El objetivo de esta intervención es contener el derrame y recuperar la mayor cantidad posible de aceite de soya libre, evitando su desplazamiento hacia el suelo, cuerpos de agua o zonas sensibles del ecosistema", explicó Maurice Menadier, gerente de servicios ambientales de la compañía.

Agregó que la primera medida adoptada fue "contener la pluma del derrame mediante barreras físicas flotantes. Para ello se instalaron boas absorbentes que, al flotar en la superficie al igual que el aceite -sustancia que no se mezcla con el agua-, permiten frenar su avance sobre el lago y dirigir el contaminante hacia la orilla. Una vez confinado, el material derramado es retirado mediante sistemas de recuperación y bombeo especializados".

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Séché, a través de su servicio SpillTech, está trabajando para contener el derrame y recuperar la mayor cantidad posible de aceite de soya libre en la zona.

En relación al posterior proceso de rehabilitación ambiental, el especialista comentó: "Por ahora, el enfoque de Séché está centrado en controlar la emergencia. Una vez superada esta fase, se realizarán los análisis necesarios para caracterizar la contaminación remanente en el lago y en los suelos circundantes. Con esa información se definirá la alternativa de remediación más adecuada, considerando las particularidades ambientales del sitio".

Asimismo, señaló que la duración de dicho proceso dependerá de los resultados de los análisis de campo. "Éstos permitirán determinar la extensión horizontal y vertical de la contaminación, tanto en el agua como en el suelo, así como la posible afectación de cuerpos de agua subterráneos. Solo con esa información será posible estimar con precisión los plazos requeridos para la remediación completa", concluyó Maurice Menadier.

Ecosistema en riesgo

Según lo informado por la CONAF, el accidente que provocó la emergencia ambiental se produjo el miércoles 19 de noviembre pasadas las 18:00 horas, a la altura del km 179 de la ruta internacional 11-CH, frente a su refugio guardería, en el sector Chungará. Allí, un camión boliviano volcó su contenido en el pavimento, pero la mayor parte decantó hacia el sector del bofedal, mientras que un pequeño porcentaje se desplazó hacia el lago, donde las formaciones vegetacionales y las algas sirvieron de barrera de contención para evitar un mayor avance del líquido contaminante.

Lino Antezana indicó que "toda la información se remitió a la Dirección Nacional de CONAF, que tramitará los antecedentes con las instancias que correspondan". Agregó que las medidas de mitigación se implementaron de forma inmediata, a través de coordinaciones con el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED), Carabineros, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) que se ha abocado al rescate de las aves afectadas, y el Servicio Nacional de Pesca "que realizará análisis del agua y medirá los efectos de la contaminación en los ecosistemas lénticos presentes en el lago Chungará".

El director regional de la CONAF advirtió también que esta zona del Parque Nacional Lauca está en permanente riesgo ambiental ya que por la ruta cruzan aproximadamente mil camiones diarios, con todo tipo de carga, y se trata de un paso cordillerano abrupto y un camino muy sinuoso por lo que "el potencial de accidentes es bastante elevado". Añadió que esto se acentúa con el tránsito de vehículos extranjeros muy antiguos y que cumplen con menores exigencias técnicas que las que rigen en Chile.