Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

¿Fracking en Decadencia?

¿Fracking en Decadencia?

Quiebra de empresas y críticas ambientales tienen en jaque a esta industria de extracción de hidrocarburos.



Quienes lo rechazan son más que quienes lo defienden. Suele no haber medias tintas al momento de evaluarlo. En otras palabras, se lo ama o se lo odia. Son las pasiones que despierta el fracking, método que permite extraer, mediante fractura hidráulica, el gas y petróleo acumulados en rocas sedimentarias de grano muy fino en los llamados yacimientos no convencionales.

El proceso consiste en infiltrar en las formaciones rocosas una mezcla de agua, arena y productos químicos para permitir la extracción de hidrocarburos a través de tuberías.

Aunque se empezó a utilizar desde antes, Estados Unidos ha liderado el desarrollo de esta técnica desde mediados de los años 70 ante la creciente escasez de petróleo extraído de manera tradicional. En gran medida gracias al fracking, la nación norteamericana logró en 2019 alcanzar la independencia energética, aunque el boom y valor de esta industria se ha ido desdibujando en los últimos años.

Impactos Ambientales

Numerosa evidencia científica revela que el fracking produce efectos ambientales adversos de distinta índole, entre ellos la emisión sin control de gases de efecto invernadero como el metano. La industria del rubro asegura que las fugas del proceso son inferiores al 2%, pero un reciente estudio de la National Oceanic and Atmospheric Administration y de la Universidad de Colorado de Estados Unidos determinó que en ocasiones estos escapes han llegado al 4%, sin incluir las pérdidas adicionales en el sistema de tuberías y distribución.

También se le responsabiliza de contaminar aguas subterráneas por fugas en las tuberías que transportan los productos químicos, así como de un elevado consumo de agua para llevar a cabo la fractura hidráulica (entre 9.000 y 29.000 metros cúbicos de agua para un solo pozo), de impacto acústico y paisajístico, y de generar sismos debido a las explosiones.

Además, los hidrocarburos y bencenos obtenidos son considerados cancerígenos por la Organización Mundial de la Salud, y se ha demostrado que los químicos usados tienen efectos hormonales nocivos para el ser humano. En un estudio de la organización The Endocrine Disruption Exchange se analizaron 362 sustancias ocupadas en este proceso, concluyéndose que el 25% puede causar cáncer y mutaciones, el 37% podría afectar al sistema endocrino, más del 50% causaría daños en el sistema nervioso y casi el 40% provoca alergias.

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Por lo anterior, desde 2012 se han aprobado moratorias o prohibiciones al fracking en países europeos como Bulgaria, Francia, Irlanda e Inglaterra.

Irlanda fue el primer país en prohibir este sistema de extracción en su territorio a partir de 2017, en tanto que desde el 2020 impide la importación de gas producido por dicha vía.

La ONU ha sido una activa opositora al controvertido método. De hecho, su relator sobre sustancias tóxicas y derechos humanos, Marcos Orellana, sostuvo en febrero pasado que éste "genera contaminación tóxica que amenaza la vida, la salud y los ecosistemas; agrava la emergencia planetaria y el cambio climático; vulnera el derecho de vivir en un ambiente sano, y menoscaba el desarrollo sostenible". Poco antes, David Boyd, relator de medio ambiente del organismo, recomendó prohibirlo. Esto, a propósito del debate legislativo que se ha dado en Colombia respecto a la prohibición o no del fracking.

Para peor, otro efecto adverso de esta solución extractiva fue revelado hace algunos meses por un equipo de científicos estadounidenses, que descubrió que las personas que viven cerca de los lugares donde se realiza fracturación hidráulica se exponen a las partículas radioactivas que se liberan en las faenas.

Tras analizar los alrededores de 157 sitios donde se practica fracking, los investigadores detectaron altos niveles de radiación en un radio de 19 kilómetros alrededor de los pozos, alcanzando el nivel máximo en las proximidades de los mismos.

Crisis del Sector

Algunas semanas después de asumir la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden lanzó un ambicioso plan contra la crisis climática que, entre otras medidas, suspende las concesiones de petróleo y gas natural en terrenos federales. Sin embargo, anunció que no iba a prohibir el método de fracking para, principalmente, proteger los puestos de trabajo del sector.

En un reciente reportaje, el prestigioso y popular diario español La Vanguardia sostuvo que la técnica que disparó la producción de petróleo en el país del norte "ahora está de rodillas, ahogada por las deudas y las quiebras".

Detalla que solo en el tercer trimestre de 2020 hubo 44 quiebras de empresas del rubro en Estados Unidos, según cálculos de la oficina de abogados local Haynes and Boone. "Desde el año 2016, si se suman las compañías que hacen prospección y exploración, ya son 500. Para la consultora Rystad Energy, a finales de 2022 podrían añadirse a esta lista otras 150", indica la nota, que agrega que en el país más poderoso del planeta hay actualmente unas 320 instalaciones operativas, esto es, cerca de un cuarto de las que perforaban en 2019.

Otro dato publicado por el periódico revela que las firmas del fracking "han derrochado casi 30 mil millones de dólares desde 2017", según el Institute for Energy Economics and Financial Analysis.

Situación en Chile

En nuestro país, el método del fracking ha sido crecientemente utilizado por la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) desde el año 2013. La estatal realiza este tipo de extracción no convencional en el principal bloque de gas en arenas compactas, Arenal, en Tierra del Fuego, Región de Magallanes, lo que le ha permitido "revertir la declinación de la producción de gas convencional y asegurar el suministro regional", asegura en su Memoria 2019.

La compañía continúa invirtiendo en esta solución alternativa y se encuentra probando el potencial que existe de gas en el bloque Dorado-Riquelme, en la zona continental de Magallanes. Allí ha logrado una producción superior a los 500 mil metros cúbicos de gas por día, cerca de una cuarta parte de lo que genera en Arenal. Tal volumen le permite proveer del hidrocarburo a grandes empresas de la región como Methanex.

Artículo publicado en InduAmbiente 169 (Marzo-Abril 2021), páginas 84 a 86.