Martes 21 de octubre de 2025.- A nivel mundial, se estima que entre el 20% y el 45% de los alimentos producidos se pierde o desperdicia, lo que representa cerca del 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. En Chile, a su vez, esa merma llega a 1,6 millones de toneladas, lo que representa alrededor del 20% de los alimentos disponibles, desde la obtención de las materias primas hasta el consumo en los hogares.
En ese escenario, y en un paso decisivo hacia una producción con menor huella ambiental, la Asociación de Alimentos y Bebidas de Chile (AB Chile) y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo (ASCC) firmaron el primer acuerdo de producción limpia (APL) para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos en esta industria en nuestro país.
Este convenio voluntario convoca a empresas productoras de alimentos y bebidas, así como a los distintos actores de su cadena de suministro a nivel nacional, para impulsar espacios de colaboración público-privada orientados a fortalecer la eficiencia productiva, reducir costos, mejorar la seguridad alimentaria y contribuir a las metas climáticas del país. Asimismo, cuenta con la participación del Ministerio del Medio Ambiente, la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA), el Centro Nacional de Envases y Embalajes (CENEM), Red de Alimentos, la Fundación UC Davis Chile, Global Methane Hub y la Universidad del Desarrollo, que brindarán apoyo técnico y articulación para la implementación de las meta y acciones comprometidas.
"Esta herramienta nos permitirá pasar del diagnóstico a la acción. La industria contará con información concreta sobre dónde y cómo se pierden los alimentos en la cadena productiva y eso nos dará la base para implementar mejoras reales: desde innovación tecnológica y procesos más eficientes, hasta nuevas formas de valorización y donación", destacó Gonzalo Uriarte, presidente de AB Chile.
"Este acuerdo nace de una preocupación compartida: en Chile se generan más de 1,6 millones de toneladas de pérdidas y desperdicios de alimentos al año, lo que equivale a cerca del 20% de los alimentos disponibles. Y más allá de las cifras, detrás de cada tonelada perdida hay recursos naturales, trabajo humano y energía invertida que no cumplieron su propósito. Reducir estas pérdidas no solo es una necesidad ambiental o económica, sino también un imperativo ético y social", afirmó Ximena Ruz, directora ejecutiva de la ASCC.
Eficiencia y circularidad
Entre los principales objetivos del APL se encuentran la implementación de una metodología estandarizada para cuantificar y caracterizar las pérdidas y desperdicios de alimentos (PDA), así como su prevención y reducción en los procesos de producción y distribución, optimizando el aprovechamiento de subproductos y transformando materiales y productos que, de otro modo, se descartarían.
Junto a ello, se establecerán alianzas y mecanismos con organizaciones sociales para facilitar la redistribución de excedentes de producción y la donación de productos aptos para el consumo humano, promoviendo modelos de economía circular que impulsen prácticas de upcycling en la industria. También se pretende medir los impactos ambientales asociados a la reducción de PDA, incluyendo las emisiones evitadas de metano (CH?) y otros gases de efecto invernadero (GEI).
De esta manera, la industria busca optimizar procesos, reducir costos e incrementar la seguridad alimentaria y nutricional, en línea con la Estrategia Nacional para Prevenir y Reducir las Pérdidas y Desperdicios de Alimentos al 2040 (ENPDA) -actualmente en desarrollo- y con los compromisos internacionales, como el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 12.3, enfocado en la reducción de PDA.
Compromiso del sector
La Agenda 2030 de las Naciones Unidas tiene, entre sus objetivos, disminuir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita en los niveles minorista y de consumo, y reducir las pérdidas a lo largo de las cadenas de producción y suministro.
En ese contexto, Dulclair Sternadt, oficial de Alianzas de la Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), resaltó: "Quiero agradecer a la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático por la invitación para ser parte del comité coordinador de este APL que marca un hito relevante en el país y representa un importante paso en la reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos. Nosotros felicitamos también a AB Chile por liderar el desafío con mucho decisión y convencimiento, demostrando que el rol que puede jugar el sector privado es clave en esa agenda y esperamos que ese acuerdo sea una inspiración para que más empresas se sumen a este compromiso en Chile".
Desde AB Chile, en tanto, destacaron esta es una problemática con la que están comprometidos desde su creación, en 2014. Esta asociación agrupa a 27 empresas de la industria de alimentos que es la segunda más relevante en Chile, después de la minería: representa cerca del 4% del PIB nacional, genera sobre 67 mil empleos y trabaja con más de 39 mil proveedores.