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Contaminación por ozono troposférico eleva tasa de mortalidad en Santiago durante olas de calor

Contaminación por ozono troposférico eleva tasa de mortalidad en Santiago durante olas de calor

Así lo señala un estudio liderado por el climatólogo Raúl Cordero, donde se indica que las altas temperaturas favorecen la generación de este compuesto y que la mortalidad aumenta 10% cada vez que se superan los 33 °C.



Lunes 15 de mayo de 2023.- La contaminación por ozono troposférico aumenta durante las olas de calor, con lo cual se eleva la tasa de mortalidad en Santiago. Esa es una de las principales conclusiones de un estudio realizado por un grupo de científicos liderado por el climatólogo de la Universidad de Santiago, Raúl Cordero, que analizó la relación de estos factores durante los últimos 30 años, publicado en la revista Nature.

En declaraciones entregadas al diario La Tercera, el reconocido especialista señaló que con este trabajo pudieron constatar que "cuando había una ola de calor en Santiago, además se observaba una ola de ozono troposférico circulante. El calor dispara su producción y esa combinación exacerba los efectos de la ola de calor y hace que la mortalidad sea tan alta".

En particular, el estudio indica que la tasa de fallecimientos sube 10% cuando la temperatura supera los 33 °C, y que este es un fenómeno que se da en grandes ciudades muy contaminadas con ozono troposférico, como nuestra capital que está declarada saturada por este compuesto.

La generación de este compuesto se asocia a reacciones fotoquímicas producidas entre la luz solar, óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles, provenientes de la quema de combustibles fósiles en vehículos e industrias.

Cabe señalar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que la exposición al ozono troposférico produce impactos en la salud para las personas –como inflamación pulmonar, insuficiencia respiratoria, tos e irritación ocular–, especialmente en quienes sufren problemas respiratorios crónicos, infantes menores de 2 años y adultos mayores.

Por lo mismo, en sus Directrices sobre Calidad del Aire, la OMS recomienda un nivel máximo de concentración del 100 µg/m3 como promedio en 8 horas, mientras que en Chile el límite indicado por la norma vigente para este contaminante es de 120 µg/m3. Pese a que se trata de un umbral más laxo, en Santiago igualmente se supera, en particular en el sector nororiente donde las corrientes de viento que predominan en verano suelen llevar este compuesto.