Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Biociudad en Curso

Biociudad en Curso

Conozca los proyectos de la nueva estrategia de Aguas Andinas para asegurar el abastecimiento hídrico en la RM frente al cambio climático.



Diversos proyectos centrados en la búsqueda de nuevas fuentes hídricas, la resiliencia, el mayor aprovechamiento de aguas subterráneas, las soluciones basadas en la naturaleza y el uso responsable del agua. Eso es lo que plantea Biociudad, la nueva estrategia que puso en marcha Aguas Andinas para potenciar la seguridad hídrica para más de 8 millones de habitantes en la Región Metropolitana, en un contexto de cambio climático.

Desde la empresa de servicios medioambientales destacan que esta nueva hoja propone un plan de inversión que supera los US$ 1.000 millones al año 2030, y que integra los ecosistemas hídricos y las comunidades, ayudando a proteger el equilibrio de la naturaleza y la sostenibilidad de la cuenca.

"Biociudad nace de la mano de la alianza público-privada, como un mecanismo más que beneficioso y potente para generar soluciones concretas para la ciudadanía. En ese sentido, esperamos ser un aliado de quienes deben tomar las decisiones que impactan positivamente la calidad de vida de los ciudadanos. Por eso, buscamos potenciar un cambio que iniciamos hace más de 25 años con el saneamiento del 100% de las aguas servidas de la ciudad, que continuamos con el desarrollo de nuestras Biofactorías y el plan de resiliencia que elevó a 37 horas la autonomía de Santiago. El cambio climático es una exigencia constante y como compañía queremos ir siempre un paso adelante", destacó el presidente del directorio de Aguas Andinas, Felipe Larraín, durante la presentación de la estrategia a mediados de noviembre pasado.

En la misma línea, el gerente general de la compañía, Daniel Tugues, comentó: "Con esta nueva iniciativa buscamos pasar del problema a las soluciones concretas, con foco en diversos pilares para ofrecer proyectos posibles de activar en este momento y de cara a los retos que tenemos en el presente. A través de Biociudad, estamos trabajando de manera planificada y con visión de futuro para que el cambio climático no cambie la vida en la ciudad".

Los proyectos de Biociudad
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Cinco Pilares

Como ya se mencionó, Biociudad considera cinco pilares de trabajo, asociados a diversos proyectos, los cuales se detallan a continuación.

• Búsqueda de nuevas fuentes de agua:

Este eje busca implementar alternativas que reduzcan la dependencia de las aguas superficiales –cuya cantidad y calidad se han visto impactadas por el cambio climático– y aumenten la disponibilidad hídrica. En ese marco, Aguas Andinas trabaja en el proyecto "Retorno Maipo", que permitirá dar un doble uso al recurso, gracias a la construcción de un ducto que transportará hasta 3.000 l/s de agua depurada desde la Biofactoría Mapocho Trebal al río Maipo para uso agrícola.

• Resiliencia para la ciudad:

Este pilar apunta a generar soluciones concretas para que Santiago esté más preparado frente al cambio climático, en especial ante eventos extremos que aumenten la turbiedad de los ríos y alteren la producción de agua potable. Para ello, se proyecta una captación y conducción alternativa en el río Maipo que conectará el embalse El Yeso con las plantas productoras de agua potable, aumentando la autonomía y la seguridad hídrica en la Región Metropolitana.

• Mayor aprovechamiento de aguas subterráneas:

En la compañía indican que esta línea de proyectos busca gestionar de manera responsable y sostenible las aguas subterráneas de la cuenca, potenciando la seguridad de abastecimiento a la ciudad, ya que aumentará la independencia de fuentes superficiales y entregará un respaldo mientras continúa la búsqueda de otras soluciones. En concreto, incluye las siguientes iniciativas:

-Estanque y pozos Bicentenario: Estructura 100% subterránea inaugurada en noviembre para almacenar el agua proveniente de los pozos del eje de Américo Vespucio Oriente de Aguas Andinas, fortaleciendo el abastecimiento en la RM. Mediante 2 plantas elevadoras reforzará y mantendrá la presión para las comunas de Vitacura y Las Condes, en especial en periodos de alta demanda y sequía.

-Sondajes Santiago Sur: Producción subterránea de 1.500 l/s mediante 16 pozos que complementarán el abastecimiento en situaciones de emergencia o de sequía extrema para comunas como La Pintana, Puente Alto, San Bernardo.

-Pozos de seguridad Santiago Poniente: 12 pozos distribuidos en Estación Central y Lo Prado aportarán 1.200 l/s de caudal para reforzar el suministro para dichas comunas, como también para Cerro Navia, Quinta Normal y Pudahuel.

-Conducción de nuevas fuentes Maipo Poniente: Construcción de una tubería de entre 40 y 50 km que conectará distintos pozos de la zona sur poniente con la Planta Las Vizcachas. Elevará la seguridad de abastecimiento para 350.000 a 500.000 personas y permitirá conectar nuevas fuentes de abastecimiento.

• Soluciones basadas en la naturaleza:

Se sumarán proyectos que aprovechen el poder y los beneficios de la naturaleza para abordar los desafíos urgentes de disponibilidad de agua, como la implementación de 18 zanjas de infiltración en el Parque Aguas de Ramón para la captura de aguas lluvia y la recarga de acuíferos en Mapocho Alto.

• Uso responsable y eficiente del agua:

Esto se promoverá con acciones como el Plan de Eficiencia Hidráulica que busca elevar el rendimiento hidráulico de los más de 13.000 kilómetros de red de distribución de agua potable y las más de 2 millones de conexiones domiciliarias, reduciendo la pérdida física que se genera por filtraciones, fraudes o diversas condiciones operativas, y mejorando la confiabilidad y calidad de la medición de la producción y del consumo de los clientes. Asimismo, Aguas Andinas está trabajando con la autoridad para implementar una "tarifa de cambio climático", que permita que el despliegue de obras e infraestructura necesarias para enfrentar este fenómeno se cubran de forma gradual diferenciando el precio del agua a partir de un cierto nivel de consumo, una vez que las obras entren en operación, fomentando así el uso responsable del recurso hídrico sin afectar las necesidades básicas.

Artículo publicado en InduAmbiente n° 185 (noviembre-diciembre 2023), páginas 24 a 25.