Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Cuídese de los Plaguicidas

Cuídese de los Plaguicidas

Detallamos medidas para que los trabajadores agrícolas eviten el contacto directo con agroquímicos que pueden perjudicar su salud.



Un lado amable y positivo, pero otro perjudicial y asociado incluso a la muerte. Es lo que caracteriza a los plaguicidas, productos químicos que se utilizan abundantemente en la agroindustria para evitar que las plagas estropeen o destruyan los alimentos. Sin embargo, tienen propiedades y efectos toxicológicos que provocan, según cálculos oficiales, más de 200 mil muertes al año a nivel global. De hecho, son uno de los principales causantes de decesos por intoxicación, sobre todo en los países de ingresos intermedios y bajos.

Según un informe reciente de la ONU, "muchos de los plaguicidas más antiguos y baratos que ya no están protegidos por patentes, como el Diclorodifeniltricloroetano (DDT) y el Lindano, pueden permanecer durante años en el suelo y el agua. Estas sustancias han sido prohibidas en los países signatarios del Convenio de Estocolmo de 2011, un acuerdo internacional cuyo objetivo es eliminar o restringir la producción y la utilización de contaminantes orgánicos persistentes".

En Chile, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), que se encarga del control de estos agroquímicos, prohibió hace algunas semanas el uso de las formulaciones del plaguicida Glifosato que contienen el coformulante Tallowamina. "La determinación convierte a Chile en el primer país del continente americano en generar una regulación de estas características. Así se asegura que la provisión de Glifosato que llega a Chile sea de la misma calidad que aquellos que se utilizan en los países europeos, evitando que puedan ingresar partidas de formulaciones antiguas, más tóxicas y que aún están autorizadas en los demás países de la región", aseguró la entidad en un comunicado.

En el SAG agregan que el uso de cualquier plaguicida puede ser peligroso y generar un efecto, aun cuando se trate de productos naturales, "por ello es fundamental seguir estrictamente las medidas de seguridad, las que por Ley son obligatorias para toda persona que los manipule, utilizando los elementos de protección personal que están señalados en las respectivas etiquetas".

Riesgos y Prevención

En su "Manual de riesgos y medidas de control y prevención en el uso de plaguicidas", la Asociación Chilena de Seguridad (AChS) establece que estos productos pueden ingresar al organismo humano por la piel, como también por las vías respiratoria, digestiva y ocular, e incluso a través de heridas.

El texto afirma que la intoxicación aguda es la más severa. Sus síntomas dependen del tipo de plaguicida, de la vía de entrada, la susceptibilidad individual, la concentración y el tiempo de exposición. No obstante, los más frecuentes son: hipersudoración, salivación, debilidad muscular, parálisis y calambres, náuseas, vómitos, diarrea, taquicardia e hipertensión, miosis y visión borrosa, palidez, cefalea, vértigo e inquietud, temblor, ataxia y disartria, hipotensión, convulsiones, depresión respiratoria, irritación de la piel y las mucosas, faringitis, disfonía, tos y epistaxis, quemaduras químicas en lengua y esófago, alteración de conciencia y coma.

Además, según la evidencia histórica, la exposición crónica a algunos plaguicidas puede producir cáncer, toxicidad reproductiva o del desarrollo, y efectos neurológicos.

El documento de la AChS precisa que los trabajadores pueden evitar el contacto e inhalación de los plaguicidas, cuando están presentes en el ambiente, utilizando elementos o equipos de protección personal como los siguientes:

• Para el cuerpo: Ropa impermeable para protección de cuerpo y cabeza, especialmente en el caso de aplicaciones. Los materiales más empleados son PVC, hule y Tyvec.

• Para los ojos: Lentes de protección sellados que impidan la penetración de los plaguicidas hacia los ojos. También se recomiendan pantallas o máscaras que cubren todo el rostro.

• Para las manos: Guantes de puño largo de goma, nitrilo, neoprén o látex. Se debe seleccionar el material para que sea resistente al plaguicida y no produzca efectos dérmicos no deseados en las personas.

• Para los pies: Botas de goma o PVC con suela antideslizante y de caña larga o media. El pantalón debe usarse afuera de las botas para impedir el ingreso del producto.

• Para las vías respiratorias: Máscara y filtro químico o suministro de aire de calidad respirable. Todos ellos deben ser de calidad certificada.

Cuidese de los plaguicidas-02x550Los envases de plaguicidas deben someterse a un triple lavado para evitar impactos en el entorno natural y humano.

Durante la Aplicación

El Manual especifica que, considerando el historial de intoxicaciones agudas por plaguicidas, existe peligro en su uso agrícola debido a las siguientes condiciones y tareas: falta de capacitación del personal expuesto, preparación de mezclas, aplicación, después de la aplicación y gestión de residuos y derrames.

Por los mayores riesgos que conllevan, tanto para el personal que los maneja como para el resto de los trabajadores que se desempeñan en el predio, destacamos a continuación una serie de medidas de prevención recomendadas por la AChS en las tareas de aplicación de plaguicidas:

• Señalizar los deslindes del área a tratar con letreros o banderolas de advertencia para evitar el ingreso de personas a las áreas de aplicación.

• Impedir el ingreso al lugar de aplicación sin los equipos de protección personal requeridos.

• Avisar de sus riesgos a quienes habitan en las cercanías de casas o lugares donde se realizarán, indicándoles que no se pueden acercar al área intervenida.

• Efectuar pruebas para verificar que no existe deriva (traslado por el viento) del producto a los lugares habitables.

• Seguir las instrucciones de la etiqueta o rótulo del producto.

• Tratar que el tiempo que dura la aplicación sea el menor posible. Se sugiere la rotación del personal para reducir la exposición.

• Evitar los trabajos cuando la temperatura o la velocidad del viento sea muy alta (no más de 8 km/h).

• No dirigir el chorro contra del viento o en dirección donde se encuentren otros trabajadores.

• No se debe comer, beber, fumar o masticar chicle durante el proceso.

• Realizar el control y mantención permanente a los equipos de aplicación, evitando pérdidas, derrames de producto y fallas de conductos o boquillas. Si estos últimos se tapan, hay que lavarlos y destaparlos con un cepillo u otro elemento apropiado; nunca soplar con la boca una boquilla para destaparla.

• Calibrar los equipos de aplicación para que cubran un área de manera uniforme y con la dosis correcta.

• Utilizar los elementos de protección personal antes indicados.

Artículo publicado en InduAmbiente 178 (septiembre-octubre 2022), páginas 84 a 85.