Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Reglas para los Suelos

Reglas para los Suelos

Un marco regulatorio para la gestión integral de los suelos ayudaría a recuperar sitios contaminados.



A nivel nacional se han detectado, según cifras oficiales, más de 3.360 sitios con potencial presencia de contaminantes. Las trazas identificadas en los suelos corresponden principalmente a hidrocarburos y metales pesados (arsénico, plomo, antimonio, cadmio y litio, entre otros).

Lo anterior, como consecuencia de distintas actividades industriales que, de acuerdo con los tipos de terrenos afectados, se desagregan de la siguiente forma: minería y derivados, 30,9%; disposición de residuos inadecuada, 24,2%; industria y manufactura, 21,3%; silvoagropecuario, 8,7%; y otros, 14,7%.

Considerando la relevancia que el cuidado de este recurso natural tiene para el desarrollo sostenible del país, InduAmbiente organizó el webinar "Remediación y recuperación de suelos industriales". El encuentro contó con la participación del Ministerio del Medio Ambiente y la colaboración de Hidronor Chile, empresa con más de 25 años de experiencia en la gestión integral de residuos industriales, y de FCAB, compañía dedicada al transporte ferroviario de carga, especialmente minera.

El evento permitió revisar los avances en esta materia impulsados desde el sector público, así como algunas soluciones técnicas y experiencias prácticas desarrolladas por actores privados. Además, generó el espacio para analizar los principales desafíos que se deben afrontar para fomentar el saneamiento y recuperación de suelos contaminados en Chile, entre los que destaca la necesidad de contar con una norma de calidad de suelos y un marco regulatorio para orientar la gestión integral en esta área.

Marco para la Gestión

Abriendo las presentaciones del seminario online, Carla Riveros, Encargada de Suelo de la División Recursos Naturales y Biodiversidad del Ministerio del Medio Ambiente (MMA), repasó el trabajo que ha desarrollado el sector público para orientar la gestión de suelos contaminados en Chile.

La especialista recordó que en 2009 se elaboró el primer instrumento de política pública en este ámbito: la Política para la Gestión de Sitios con Presencia de Contaminantes. Dos años más tarde, se ejecutó un estudio orientado a analizar y preparar las bases tendientes a la elaboración de una norma de calidad primaria de suelos, en un proceso conducido por el MMA.

Posteriormente, la cartera trabajó, con el apoyo de Fundación Chile, en la Guía Metodológica para la Gestión de Suelos con Potencial Presencia de Contaminantes (SPPC), publicada en 2012 –y oficializada en 2013– con el fin de identificar, evaluar y controlar los riesgos asociados a dichos terrenos.

Entre 2013 y 2019 se hicieron varios estudios a lo largo del país, donde la guía se aplicó en distintas escalas, como sitio específico, local y comunal. También, en 2016, el Ministerio del Medio Ambiente implementó una plataforma digital para recopilar la información y generar un catastro regional de los SPPC, identificando más de 3.000 sitios afectados en el territorio nacional.

"La plataforma está en uso y mejora constante, pero hasta el momento es solo de utilización interna por el Ministerio del Medio Ambiente. No obstante, esa misma información actualmente puede solicitarse vía transparencia", comentó la profesional.

Regla para los Suelos - 03 - 300x300.jpgCarla Riveros ahondó en los avances regulatorios en torno a remediación y gestión de suelos.

En el período 2020-2021 se han realizado estudios enfocados más directamente en elementos para avanzar en instrumentos normativos. Esto, según indicó Carla Riveros, "no solo considerando una norma de calidad, sino pensando más ampliamente en cómo abordar todos los aspectos necesarios para hacer una gestión integral de los suelos contaminados".

De esta forma, en 2020 se llevaron a cabo los estudios "Elaboración de lineamientos estratégicos con miras al desarrollo de instrumentos normativos y de gestión de suelos" y "Análisis de metodologías internacionales y determinación de contaminantes a normar en suelo". Y este año se está trabajando en una "Propuesta de instrumento de gestión y descontaminación de suelos". La representante del MMA señaló que la idea es que toda esta información ayude a crear y ordenar el posible funcionamiento del sistema de gestión "y ver cómo los aspectos legislativos se irán implementando en dicha normativa".

Tres Fases

Según explicó la ingeniera, la Guía Metodológica para la Gestión de Suelos con Potencial Presencia de Contaminantes recomienda los procedimientos a aplicar en estos casos. En ese contexto, aconseja primero corroborar la existencia de los tres eslabones básicos del riesgo a la salud humana existente en los sitios en estudio: la fuente, la ruta y el receptor.

Luego de eso, la Guía organiza el trabajo en tres fases. En la primera, que es más regional, se busca identificar, priorizar y jerarquizar los SPPC. "Esto se hace basándose en aquellas actividades que potencialmente pueden contaminar el suelo", acotó Riveros. De esta forma, incluye las acciones de levantamiento de información, identificación y georreferenciación de suelos, priorización de SPPC e inspección de suelos.

La etapa 2 corresponde a la Evaluación Preliminar Sitio-Específica del Riesgo de SPPC, la cual parte con una investigación previa, donde "se hace una visita a terreno, con una ficha de inspección que permite identificar si existen los tres eslabones básicos para el riesgo".

Si esto se ratifica, se procede a confirmarlo mediante el muestreo de los suelos. Finalmente, dependiendo de los resultados de este procedimiento, se avanza a la fase 3, que comprende una evaluación de riesgo a la salud humana como también el diseño de un plan de acción.

Referencias Internacionales

En los estudios que recogieron la experiencia internacional sobre sistemas de gestión de suelos contaminados, el MMA tomó como referencia los avances de Alemania, Australia (Queensland), Brasil (Sao Paulo), Canadá (British Columbia), España (País Vasco y Andalucía), México, Estados Unidos (California), Países Bajos e Italia.

Al respecto, Carla Riveros indicó que los expertos del ministerio examinaron, entre otros aspectos, sus normas técnicas, administrativas y legales específicas; el sistema de información de base; la autoridad y cadena de responsabilidades; los criterios para evaluar suelos contaminados; los niveles de referencia (en base a riesgo salud), los criterios de remediación y procedimiento para levantar condición de contaminación; las metodologías aplicadas; y los catastros y registros de suelos contaminados y remediados.

El otro estudio desarrollado en 2020 entregó recomendaciones para establecer del marco normativo nacional, considerando cuatro ámbitos: legislativo, metodológico, de gestión y de gobernanza.
Una de las conclusiones principales reafirmó la necesidad de elaborar una norma de suelos en Chile, "para definir los niveles de referencia a utilizar con el fin de determinar la contaminación de suelos", destacó Carla Riveros. En relación a un posible plazo para desarrollarla, la experta indicó que "es necesario hacer modificaciones legales y eso, quizás, supone un plazo mayor al que uno por reglamento podría tener".

Asimismo, se puso énfasis en la necesidad de elaborar un instrumento normativo para los planes de remediación y hacer seguimiento a los procesos de descontaminación para después levantar la condición de "contaminado" de un sitio.

De igual modo, el trabajo del MMA reveló que es preciso determinar cuándo se requiere hacer evaluaciones de riesgo para la salud humana; y que también conviene modificar la Guía Metodológica para la Gestión de SPPC, para hacerla más específica y clara, e implementar acreditaciones y registros de consultores y laboratorios.

Casos Emblemáticos

Posteriormente, Juan Andrés Salamanca, Gerente Regional de Desarrollo de Hidronor Chile, expuso las soluciones que esta empresa provee en el área de la remediación y saneamiento de terrenos contaminados. "El trabajo de remediación debe ser un trabajo conjunto entre el Estado y la empresa privada", subrayó el ingeniero, al tiempo que advirtió que Chile es el único país de la OCDE que aún no posee una legislación específica para suelos.

A continuación, comentó algunos casos emblemáticos de remediación y recuperación desarrollados en Chile. Por ejemplo, el terreno Las Salinas, en Viña del Mar, donde, según puntualizó, "se podrá dar término al proceso de recuperación de un paño de 16 hectáreas ubicado en la zona norte de la comuna", que estaba afectado por metales pesados e hidrocarburos. La inversión que realizará la empresa inmobiliaria para concretar los trabajos de saneamiento rondará los US$ 55 millones, comentó.

Regla para los Suelos - 04 - 300x300.jpgLa experiencia de Hidronor en esta materia fue el tema que abordó Juan Andrés Salamanca.

Adicionalmente, mencionó otros ejemplos conocidos de sitios contaminados, como la playa Las Petroleras, en Antofagasta, afectada por hidrocarburos; y, la zona afectada por polimetales en Arica, originada tras el desembarco de 20.000 toneladas de desechos mineros procedentes desde Suecia, en la década de los ochenta.

Técnicas de Saneamiento

Salamanca también abordó el proceso de saneamiento de suelos contaminados por actividades industriales, describiendo algunas técnicas que se emplean en la actualidad.

Al respecto, advirtió: "Primero, tenemos que evaluar qué haremos con el sitio. ¿Lo vamos a recuperar para fines turísticos, reconversión industrial o áreas verdes? En cualquier caso, la remediación debe hacerse bajo metodología y criterios claros".

Luego, precisó el ingeniero, corresponde hacer tres tipos de evaluaciones: de reutilización del sitio; de riesgo a la salud humana y medioambiental; y, finalmente, de enfoque técnico, económico y social.
Añadió que a lo largo de este proceso existen varios factores a considerar. Entre otros, la localización geográfica, el tipo de suelo (textura, profundidad, permeabilidad, humedad, pH, etc.), el grupo de contaminantes y nivel de contaminación; el tiempo que tomará el saneamiento; el costo de la remediación; el impacto social, y la eficiencia del proceso, en el sentido de si sus efectos serán temporales o permanentes.

En relación a esto, sostuvo que "si se hace una remediación in situ, se debe garantizar que el terreno se haya remediado, de manera que no se genere una polución o un percolado de líquidos hacia aguas subterráneas a futuro".

Juan Andrés Salamanca describió luego algunas técnicas de remediación de suelos, partiendo por la contención que consiste en instalar una barrera hidráulica, vertical u horizontal, o de un sellado superficial, que evita el paso de contaminantes hacia posibles masas de agua subterráneas.

Agregó que en Chile una metodología muy utilizada es el almacenamiento y confinamiento, que es la que habitualmente aplica Hidronor. "En este caso, se realiza la extracción de las tierras, luego se las somete a tratamiento y posteriormente se van a disposición final", explicó el profesional. El tratamiento consiste en reducir la movilidad de los contaminantes mediante procesos físico-químicos, como estabilización por inertización, micro encapsulado y vitrificación, entre otros. Finalmente, el material es llevado a un depósito de seguridad controlado y autorizado.

Regla para los Suelos - 02 - 550x350.jpgHidronor ha provisto asesoría para remediar suelos contaminados en terrenos ubicados en distintos puntos del país.

Otra alternativa es la extracción de contaminantes por medio de evaporación. "Las emisiones deben ser tratadas de forma previa a su descarga a la atmósfera, mediante extracción por aire, agua o por fases, el uso de agentes químicos, oxidación o desorción térmica, entre otras técnicas", señaló el ingeniero. Esta opción implica inversiones mayores y se ejecuta en grandes plantas industriales.

Salamanca sostuvo: "No se puede decir que una alternativa es mejor que otra, porque eso va a depender de cada caso y de los criterios aplicados. A veces, se puede adoptar una técnica en específico y, en otros, recurrir a una metodología mixta".

Añadió que, en los últimos 10 años, Hidronor ha gestionado más de 450.000 toneladas de suelos contaminados a lo largo de Chile. Entre otros, el terreno Las Salinas, en Viña del Mar, donde remediaron más de 35.000 toneladas, y la división El Teniente, de Codelco, además de instalaciones de empresas químicas e industriales.

Juan Andrés Salamanca indicó que los servicios de la compañía en remediación y saneamiento de suelos abarcan desde los procedimientos de muestreo, análisis en laboratorio (acreditado ISO 17.025 para análisis orgánicos e inorgánicos); extracción, ensacado, transporte, tratamiento y disposición final en instalaciones propias y autorizadas.

Rigurosidad Técnica

En la última ponencia del webinar, Jaime Henríquez, Gerente de Sustentabilidad y Desarrollo Territorial de FCAB, relevó los aspectos técnicos y ambientales del proyecto "Plan de reconversión de patios ferroviarios" (PRPF), que desarrolla FCAB en Antofagasta y enunció los beneficios que esta iniciativa reportará a la capital regional nortina y a sus habitantes.

El abogado recordó que el terreno a recuperar corresponde a 48 hectáreas ubicadas en el sector céntrico de la ciudad, donde se espera "regenerar el suelo con nuevos tejidos urbanos aportando a una mejor calidad de vida para Antofagasta y sus habitantes". En esa línea, el proyecto pretende abrir nuevos espacios verdes, optimizar la conectividad vial y contribuir a la densificación del sector céntrico de Antofagasta, ya que la ciudad en el último tiempo ha crecido hacia sus extremos norte y sur.

El PRPF comprende tres subproyectos: habilitación de suelos (remoción de los metales pesados acumulados por la actividad industrial), traslado progresivo de las operaciones de la empresa y desarrollo urbano.

El primero de ellos pretende, a través de una metodología de remediación sitio específica, sacar el material contaminado para dar pie a una utilización urbana posterior.

"A medida que hemos desarrollado este proyecto nos hemos dado cuenta que hay elementos que se pueden ir mejorando y, por lo tanto, le otorgamos cierta flexibilidad que nos permite ir adaptándonos a los requerimientos y desafíos del entorno", indicó Henríquez. En ese contexto, resaltó que, para delinear el proyecto, FCAB ha concretado instancias de diálogo con representantes de la comunidad, trabajadores y autoridades.

Regla para los Suelos - 05 - 300x300.jpgJaime Henríquez destacó los beneficios del proyecto de recuperación de patios ferroviarios en Antofagasta.

Además, subrayó que un aspecto fundamental del proyecto es la rigurosidad técnica. "Fuimos a buscar experiencias nacionales e internacionales probadas, y lo hemos hecho con un rigor técnico como objetivo fundamental en la génesis y desarrollo de esta iniciativa", recalcó Henríquez.

La decisión final consideró la excavación y disposición de suelos fuera del sitio, como la mejor alternativa de remediación. Para eso, tomaron en cuenta varios factores: tipo de contaminantes (metales pesados), impactos superficiales, ubicación urbana, zona típica y mayor certeza para los usos futuros.

Como referencias, FCAB tomó la Guía Metodológica para la Gestión de SPPC, del MMA; el Diagnóstico de Riesgo Ambiental de la Región de Antofagasta y la Ley de Polimetales de Arica, entre otras fuentes.

Evitar Ruido y MP

Para definir los alcances de la extracción de suelo contaminado, el terreno se dividió en 508 cuadrantes, desagregándolos según sus niveles de intervención específicos.

De acuerdo a ello, se determinó que hay algunos espacios que no necesitan remediación. Por otra parte, la fracción mayoritaria del terreno requiere una remoción de suelos con una profundidad de 50 cm, mientras que solamente una porción minoritaria precisa de excavaciones de entre 2,0 y 2,5 metros para retirar el material contaminado.

"Extrayendo la fuente nos aseguramos de que, si en 100 años más se quiere construir un nuevo espacio, el suelo estará disponible para ello y, por ende, no habrá necesidad de remediación", destacó Henríquez.

La remoción de tierras se hará mediante el uso de retroexcavadoras. Estas máquinas extraerán el material y lo depositarán en maxisacos, para luego llevarlos a un sitio de disposición final autorizado. "Esta metodología nos permite evitar impactos como el ruido y principalmente el material particulado (MP). De las técnicas disponibles, era la más efectiva para evitar las emisiones de MP", afirmó el ejecutivo.

A reglón seguido, detalló que los maxisacos tienen una alta resistencia y hermeticidad por lo que permiten una mejor contención del suelo contaminado. "Esto se suma a una serie de medidas de mitigación para evitar que el MP, propio de las obras de remoción de suelos, impacte a los vecinos", aseguró. Como parte de esto se contempla el uso de paneles de captura de material particulado, humectación y aspersores.

Jaime Henríquez anunció que se espera iniciar el proyecto a fines del próximo año, una vez que FCAB tenga resuelto el traslado de sus instalaciones a un polo industrial cercano y cuente con los permisos ambientales sectoriales necesarios para dar curso a las obras.

De las instalaciones de la empresa cambiarán de ubicación solo las canchas de acopio y las bodegas. "Nuestra línea férrea seguirá pasando por la ciudad", concluyó.

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DATO:

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Sitios con potencial presencia de contaminantes (SPPC) existen solo en la región de Antofagasta, según datos del Ministerio del Medio Ambiente.

Artículo publicado en InduAmbiente 171 (julio-agosto 2021), páginas 60 a 63.