Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Obreras del Silencio

Obreras del Silencio

Estos son los principales sistemas para prevenir y controlar ruido en obras de construcción y demolición.



Vivir o trabajar cerca de una obra en construcción puede ser, por decir lo menos, una experiencia molesta. Esto, sobre todo, por el alto nivel de ruido que provoca el empleo de equipos como compresores, excavadoras y martillos neumáticos, lo que gatilla frecuentes quejas de la población.

Este tipo de faenas debe cumplir el Decreto Supremo 38/2011 del Ministerio del Medio Ambiente (MMA), que se aplica a fuentes de ruido de carácter transitorio (no permanente).

¿Qué tecnologías se utilizan para controlar el ruido en el rubro? "Las más usadas son barreras perimetrales, encierros y semi encierros, cortinas acústicas (o barreras flexibles) y túneles acústicos para camiones de hormigonado", detalla Christian Gerard, Gerente General de la empresa Control Acústico.

El documento técnico "Matriz de medidas de control de ruido para las actividades de construcción" –actualizado a enero de 2022 y elaborado por la Cámara Chilena de la Construcción y el Departamento de Ruido, Lumínica y Olores del MMA– describe las cuatro soluciones arriba indicadas.

• Barrera acústica perimetral:
Pantalla acústica instalada en el perímetro de la obra. Para su correcto funcionamiento la materialidad de la pantalla debe cumplir con una densidad mínima de 10 kg/m2 y presentar hermeticidad en las uniones entre planchas. Opcionalmente, puede incorporar material absorbente en su cara interior, con coeficiente de absorción mínimo de 0,6 según índice NRC (coeficiente de reducción de ruido).

• Encierro o semiencierro acústico:
Cerramiento total o parcial de la faena o maquinaria mediante paneles verticales que rodeen la fuente emisora, más un panel de cierre dispuesto horizontalmente como techo. Para su adecuado funcionamiento, la materialidad del encierro o semiencierro debe cumplir con una densidad mínima de 10 kg/m2 y presentar hermeticidad en las uniones entre planchas. Además, tiene que incorporar material fonoabsorbente en su cara interior, con coeficiente de absorción mínimo de 0,6 según índice NRC.

• Cortinas acústicas (o barreras flexibles):
Cortina compuesta por membrana flexible de alta densidad (densidad mínima de 6 kg/m2), colgada frente a los vanos de las caras afectadas, en edificios de cuatro o más pisos de altura. Su factibilidad podría depender de la geometría de la fachada del edificio.

• Túnel acústico para camión de hormigonado:
En la construcción de edificaciones en altura (más de dos pisos), donde se utilizan camiones de hormigonado, se instala un túnel o semiencierro fabricado en paneles de densidad mínima de 10 kg/m2, con material fonoabsorbente en sus caras interiores con coeficiente de absorción mínimo de 0,6 según índice NRC.

Para el monitoreo de las fuentes de ruido, Gerard destaca el uso de sistemas de medición en línea. "Permiten que las constructoras puedan saber, en tiempo real, los niveles de ruido que emiten y así tomar medidas de auto control inmediatas cuando éstos superan la normativa o necesitan verificar alguna denuncia", afirma.

En la Demolición

Para el control de ruido en obras de demolición, Flesan –la principal empresa de este mercado en Chile– utiliza la cizalla hidráulica para hormigón y fierro, un sistema de demolición de alta tecnología a través de corte diamantado, y está innovando con el empleo de unas mantas anti ruido que cubren los martillos.
Además, la compañía recomienda a los titulares de los proyectos aplicar medidas de mitigación en las obras como cierres acústicos, con cumbreras, y programarse para trabajar en ciertas bandas horarias.

María Eugenia Ubilla, su Gerenta de Medio Ambiente, agrega que la firma "también adopta las medidas de mitigación según norma y usa sonómetros cada 15 días para mantener monitoreadas las obras y detectar los peaks, a modo de autocontrol, sobre todo en sectores urbanos. Nuestro objetivo permanente es buscar metodologías para intentar reducir, aunque sea un decibel, porque los procesos de demolición inevitablemente superan los niveles permitidos por la norma vigente (DS 38/2011), dada la maquinaria con la que se ejecutan. Por eso, desarrollamos un trabajo de participación con los vecinos en los que recogemos todas las inquietudes que pueda haber".

Obreras del Silencio-02x550.jpgA modo de autocontrol, Flesan monitorea permanentemente los niveles de ruido en las obras de demolición.

En Flesan lamentan que, aunque gran parte de las municipalidades –que mantienen convenio con el ente fiscalizador y el MMA– sabe que en los trabajos de demolición es imposible cumplir con la citada regulación, "existe una actitud pasiva que hace que a la fecha no se haya adecuado la norma a estas faenas y otras asociadas a la construcción", asegura la ejecutiva.

Desafío Normativo

Pese a que le es imposible cumplir hoy con el DS 38, la empresa se ha propuesto reducir sus emisiones de ruido de forma progresiva. "Estamos esperanzados en contar en el futuro con una tecnología que nos permita acercarnos a lo exigido", plantea Ubilla, quien anuncia que "en el largo plazo no descartamos trabajar junto a empresas especializadas en temas de ruido para hacer un estudio y diagnóstico interno, y luego buscar casos de éxito en el extranjero. Queremos saber cómo se cumple y controla afuera el ruido ambiental, realizando un comparativo con la normativa internacional".

Deja en claro, asimismo, que, si bien la Cámara Chilena de la Construcción implementó una mesa de trabajo para el análisis y eventual modificación de la normativa en actividades de construcción y demolición, "esto toma tiempo y sus resultados son inciertos. La revisión del DS 38 partió en octubre de 2019 con la elaboración del anteproyecto, por lo que hoy nos debemos ajustar a una norma inadecuada, que no es pertinente ni ha sido elaborada para estos trabajos. Así, independiente del grado de diligencia que despleguemos para cumplir el mínimo exigido, igualmente incurrimos en una conducta sujeta a sanción", acota.

Christian Gerard sostiene que el principal desafío que hay en Chile en este ámbito se relaciona, justamente, "con mejorar la actual normativa que aplica a las fuentes de ruido de carácter transitorio, la cual debe reflejar de mejor forma el comportamiento de este tipo de actividades".

Artículo publicado en InduAmbiente 175 (marzo-abril 2022), páginas 74 a 75.