Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

¿Cómo Regular los COVs?

¿Cómo Regular los COVs?

Antecedentes recomiendan limitar solo el benceno entre los compuestos orgánicos volátiles.



El dolor de cabeza, las náuseas o una irritación de garganta u ojos se pueden tolerar y superar con cierta rapidez. Pero el daño hepático, renal y/o al sistema nervioso central, e incluso el cáncer, son patologías graves, que se prolongan en el tiempo y que suelen limitar la vida normal de las personas.

Todas ellas pueden tener un origen común: la exposición de corta o larga duración a compuestos orgánicos volátiles (COVs), los cuales son un grupo de productos químicos a base de carbono que se evaporan fácilmente a temperatura ambiente.

“Los COVs más comunes son acetona, benceno, etilenglicol, formaldehído, cloruro de metileno, percloroetileno, tolueno y xileno. Muchos materiales y productos domésticos de uso constante, como pinturas y productos de limpieza, emiten estos compuestos, por lo que son parte importante de la contaminación intradomiciliaria”, explica la doctora Patricia Matus, PhD en Salud Pública, en el informe técnico “Antecedentes para la elaboración de norma primaria de calidad del aire para COVs”, realizado por la consultora CIAMA.

El estudio es uno de los insumos con que cuenta el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) para desarrollar tal regulación, muy esperada en algunas comunas, y cuyo anteproyecto debería estar listo dentro de los próximos meses.
Como Regular los COVs - 02 - 550x350.jpgENAP está implementando un plan de inversiones por US$21,7 millones para disminuir la emisión de estos compuestos.

La elaboración de esta norma surge a partir de la crisis ambiental en la zona de Concón, Quintero y Puchunchaví en 2018, y de las obligaciones que impone el plan de prevención y descontaminación atmosférica para esas urbes, en vigencia desde marzo de 2019. Esa herramienta de gestión establece la obligación de reducir las emisiones de contaminantes normados -MP2.5, MP10 y SO2-, pero también de no normados, como es el caso de los COVs. De hecho, algunas empresas que los emiten, debido al procesamiento y almacenamiento de hidrocarburos, tienen hasta el 30 de marzo de 2022 para cumplir parte importante de las exigencias, como la incorporación de las mejores tecnologías disponibles para su mitigación.

Antes, en el segundo semestre de 2021, se pondrá en marcha en esas comunas una nueva red de monitoreo de calidad el aire. Como novedad, las 14 estaciones contempladas medirán de manera continua compuestos orgánicos volátiles -principalmente benceno, tolueno, etilbenceno y xileno (BTEX)- y ácido sulfhídrico (H2S), lo que el MMA no realiza hasta ahora en ningún punto de Chile.

¿Foco en el Benceno?

El estudio “Huella Digital de Compuestos Orgánicos Volátiles en el área de Concón, Quintero y Puchuncaví”, realizado por el Instituto Noruego de Calidad del Aire (NILU), reveló altas concentraciones de algunos hidrocarburos en la comuna de Concón, sobre todo en la noche, cuando existen malas condiciones de ventilación.

En el documento se revela que la emanación de COVs desde las instalaciones de ENAP logra impactar, de manera irregular, hasta cuatro kilómetros de distancia. Se apunta, en especial, al efecto del benceno, cuyo registro en el sector supera varias veces los 5 µg/m3, que es el límite establecido para este contaminante por parte de la Unión Europea (UE) a sus países miembros.

También precisa que las concentraciones de benceno y de BTEX en general fueron en promedio seis veces más altas en Concón que en las comunas de Quintero y Puchuncaví.

A nivel internacional, de acuerdo a información aportada por el MMA, la regulación en la materia tiene un enfoque estándar centrado en benceno en 53 países. Además, la UE derogó el límite máximo de COVs de 400 µg/m3 “por los miles de compuestos diferentes que éstos abarcan y la poca evidencia que indique efectos adversos de los COVs total. Las normas de calidad están referidas a una sustancia/compuestos/molécula específica (contaminante criterio)”.

En el mismo sentido, Cristian Núñez, Gerente de Medio Ambiente de ENAP, para contribuir al desarrollo del anteproyecto, apunta que “la legislación comparada y la tendencia mundial dan cuenta de que no existe regulación de calidad del aire para COVs y que para proteger la salud de la población lo que se regula es el benceno, estableciéndose límites a su emisión en base anual, con normas que contemplan un cumplimiento gradual de sus objetivos”.

Como Regular los COVs - 03 - 550x350.jpgSe requieren estaciones de monitoreo de COVs con representatividad poblacional para determinar las concentraciones de éstos que las personas inhalan.

Cabe indicar que la compañía estatal está implementando un plan de inversiones por US$21,7 millones para disminuir la emisión de estos compuestos. Considera medidas que se están aplicando en los sistemas de tratamiento de efluentes y en el almacenamiento de combustibles.

Por su parte, Ismael Mena, en representación del partido Ecologista Verde, sugiere incorporar en la nueva normativa la mayor cantidad de compuestos orgánicos volátiles, incluidos etilbenceno y nitrobenceno, en todas sus formulaciones, por su gran impacto en la salud de la población y el medio ambiente.

Norma para Interiores

El análisis de la consultora CIAMA agrega otro relevante antecedente al debate sobre la nueva normativa: “Las concentraciones de muchos COVs son consistentemente más altas (hasta 10 veces) en interiores que en exteriores, por lo que en varios países, alentados por las guías de la OMS, se han establecido normas de calidad de aire interior que regulan los niveles de estos compuestos. Los países no tienen normas ambientales de calidad del aire de exteriores para COVs”.

Agrega que muchos países de la OCDE, para ambientes intradomiciliarios, regulan compuestos específicos como los BTEX, especialmente benceno, porque tienen sus efectos tóxicos muy bien descritos.

El informe también sostiene que aunque existen mediciones en sectores localizados de Chile de hidrocarburos metánicos y no metánicos, que corresponden a COVs, “las estaciones no miden lo que la población inhala, pues no son de representatividad poblacional. Entonces, se desconoce el nivel de exposición actual de la población a COVs en el país, y tampoco se sabe si esa exposición establece un nivel de riesgo que sea necesario controlar”.

Recomendaciones

En esencia, el estudio liderado por la doctora Patricia Matus concluye y recomienda lo siguiente respecto a la regulación de COVs en desarrollo:

• Considerando la ausencia de datos chilenos respecto de la exposición y potenciales impactos de estos compuestos en el aire, se aconseja controlarlos por la vía de limitar las concentraciones de benceno en aire para evitar sus efectos crónicos. “No es recomendable establecer límites generales para COVs, ya que este enfoque tendría que incluir emisiones de COVs biogénicas, lo que generará desprotección de la población frente a los compuestos más tóxicos”, afirma.
• Sobre el valor máximo de benceno, por la ausencia de datos chilenos, plantea que “resulta razonable definir un límite de 5 ?g/m3, promedio anual, y establecer para evaluar su cumplimiento, al igual que en el caso del plomo, a lo menos dos años sucesivos de medición en estaciones de monitoreo con representatividad poblacional”.
• La entrada en vigor de la norma debiera ser gradual.
• Respecto al rol precursor del ozono y MP2,5 de los COVs, puntualiza que el impacto sobre la salud de las personas ya se encuentra reglamentado por las respectivas normas primarias de calidad del aire, “por lo que regularlos no aumentará el beneficio en salud”.

Aportando también a la discusión, Carlos Suárez, ejecutivo para Latinoamérica del Consejo de Granos de los Estados Unidos, que desarrolla mercados de exportación para productos como el etanol, comenta que la norma de COVs que elabora Chile “ofrece una oportunidad muy valiosa para revisar la composición de sus gasolinas y, en particular, el volumen de compuestos aromáticos presente en las mismas”. En ese contexto, postula que implementar las mezclas de etanol con gasolina en el país “podría impactar de manera inmediata y costo-efectiva el efecto nocivo de los COVs tóxicos provenientes de los combustibles, como el benceno y el butadieno”.
Este debate recién comienza...

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DATOS

698
Toneladas de COVs fue la suma de las emisiones de Refinería Aconcagua de ENAP, Gasmar, Copec, Oxiquim, GNL Quintero, ENAP Quintero y ENEX, durante el año 2017, de acuerdo al último inventario de emisiones en la zona de Concón-Quintero-Puchuncaví.

95%
Espera reducir sus emisiones de COVs la empresa Oxiquim a marzo de 2022. Esto, pese a que es responsable de menos del 5% de las descargas de estos compuestos en la bahía de Quintero.

Artículo publicado en InduAmbiente N° 170 (mayo-junio 2021), pág. 62-64.