Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Para Cuidar los Suelos

Para Cuidar los Suelos

Bioensayos permiten evaluar calidad de suelos afectados por la minería.



Por
José Verdejo, Víctor Bustos, Pedro Mondaca, Juan Luis Celis-Diez y Alexander Neaman

Escuela de Agronomía, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Rosanna Ginocchio, Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal y Center of Applied Ecology and Sustainability, Pontificia Universidad Católica de Chile.

Los problemas ambientales relacionados con la minería de cobre en Chile son ampliamente conocidos. En particular, la contaminación histórica de los suelos agrícolas con metales ha sido un tema de discusión y conflicto de larga data entre dos sectores productivos relevantes. No obstante, en nuestro país aún no se han definido normas que aseguren la calidad de los suelos, específicamente en cuanto a su composición química. El establecimiento de una normativa, que regule la concentración máxima permisible de metales en los suelos, se debe realizar en base al riesgo ambiental que estos elementos efectivamente imponen y a partir de estudios locales. De esta manera, cualquier futura norma debería distinguir entre las concentraciones de metales en suelos que representan algún efecto negativo sobre la flora, fauna y microbiología del suelo y/o sobre las personas que viven en el territorio, y aquellas que no tienen dicho impacto.

Metales Potencialmente Tóxicos

El cobre es el principal contaminante en los suelos afectados por la minería que produce este metal en Chile, mientras que el arsénico es un elemento accesorio común en los minerales, los concentrados y los residuos sólidos como los relaves. El cobre es un micronutriente esencial para todos los organismos, incluido el ser humano, no obstante, el exceso puede resultar tóxico. Por otro lado, el arsénico es un elemento no esencial y de mayor potencial de toxicidad para los seres vivos y en particular para los animales.

Con el fin de evaluar el efecto de toxicidad de los metales sobre la calidad de los suelos agrícolas, investigadores de la Escuela de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso recolectaron diversos suelos de uso agrícola en áreas afectadas por la actividad minera, como son la cuenca del río Aconcagua y el valle de Puchuncaví.

La calidad de los suelos agrícolas fue evaluada a través de la exposición de lombrices de tierra a los suelos colectados en las áreas de interés, debido a la gran importancia ecológica y la sensibilidad a la contaminación de estos organismos. Para este trabajo, se realizaron bioensayos según los protocolos estándares definidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD) y la Organización Internacional de Normalización (ISO). De esta manera, los investigadores evaluaron los efectos de distintos metales, contenidos en los suelos recolectados, sobre la sobrevivencia y reproducción de la lombriz roja californiana (Eisenia fetida). Aunque esta lombriz no vive naturalmente en los suelos recolectados, los protocolos antes mencionados la consideran como un buen indicador de la contaminación, debido a que su respuesta es representativa de otros organismos.

Suelos Contaminados

Los bioensayos fueron capaces de discriminar suelos contaminados por la minería del cobre en los cuales no se producen efectos de aquellos en que sí hay impactos. El arsénico fue el elemento que causó mayor toxicidad para la lombriz roja californiana, cuya reproducción disminuyó en los suelos con presencia de dicho metaloide. El cobre, en cambio, tuvo un efecto tóxico menor sobre las lombrices, ya que esta especie tiene la capacidad de mantener una condición interna estable excretando el exceso de este metal (homeostasis). No ocurre lo mismo con el arsénico, por lo que su concentración fue más alta en los tejidos de las lombrices, implicando su mayor efecto tóxico.

Lea este artículo completo en InduAmbiente 144 (enero-febrero 2017), páginas 92 a 93.