Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Directo a la Veta

Joaquín Villarino, Presidente del Consejo Minero, aborda temas ambientales.



En términos bien chilenos, a la minería nacional le ha tocado “bailar con la fea” en los últimos años. Nada anormal, considerando que los precios de commodities como el cobre enfrentan ciclos de alta y baja cotización.

Como Presidente Ejecutivo del Consejo Minero desde fines de 2011, la  organización que agrupa a las empresas del rubro de mayor tamaño, a Joaquín Villarino le tocó vivir el periodo dulce y ahora transita por la etapa agraz. Con esa experiencia a cuestas, opina del actual momento que enfrenta el sector y de lo que podría venir: “La minería atraviesa por un momento complejo, debido al ciclo de precios bajos de los commodities. El escenario para el resto del 2016 seguirá la misma tendencia que hemos visto en estos tres primeros meses: Producción minera plana y bajo crecimiento en el país. Ahora bien, no existe consenso sobre las proyecciones de precio del cobre de corto y mediano plazo que permitan a la industria tomar decisiones con grados razonables de certeza. Entre los analistas hay una amplia dispersión de pronósticos de precio –principalmente marcada por los vaivenes de las cifras sobre la economía china– con una media para los próximos 2 a 3 años que no está muy por sobre los US$2 la libra”.

Producción y Liderazgo

En términos de producción, sus comentarios también dan cuenta de un presente y futuro no muy halagüeños: “Los ajustes aplicados por algunas empresas para contener costos, junto a la postergación de la entrada en operación de nuevas inversiones, han llevado a que los pronósticos que conocíamos hace algunos años, de una producción anual sobre 6 millones de toneladas, hayan resultado excesivamente optimistas. Hoy se percibe que en 2016 tampoco seremos capaces de alcanzar ese umbral, situándonos levemente por debajo del mismo. A partir de los pronósticos de producción de cobre, el crecimiento sectorial debiera ser prácticamente nulo”, asegura.

- Para que la minería nacional mantenga y refuerce su liderazgo y competitividad, ¿qué debería hacerse en los próximos años?

“Si bien aún estamos lejos de perder el liderazgo, la tendencia decreciente que hemos observando últimamente, con países emergentes en la minería comenzando a tener una participación más relevante, debe hacernos pensar si como país estamos esforzándonos para que la minería desarrolle su máximo potencial. Naturalmente me refiero a un potencial compatible con el medio ambiente, con la calidad de vida de las comunidades cercanas, con buenos estándares laborales y con el impulso de otras actividades económicas. Si consideramos la interesante cartera total de proyectos mineros en el país, cuya concreción se viene haciendo cada vez menos probable, incluso antes de la caída en el precio de los metales, al menos parte de la explicación a esa tendencia de liderazgo decreciente está en que lamentablemente hemos ido creando en el país condiciones menos propicias para la inversión en minería. Por lo tanto, para no perder el liderazgo y mejorar la competitividad, debemos revertir las condiciones que hacen menos atractivo al país como destino de inversión minera”.

Desempeño Ambiental

A juicio de Villarino, la caída del precio del cobre no está incidiendo en la gestión ambiental y en sustentabilidad de las compañías mineras: “La coyuntura del precio no afecta en el desarrollo de esas áreas dentro del funcionamiento operacional de las empresas, ya que mantener los estándares ambientales y de sustentabilidad es uno de sus principios fundamentales”.


Lea el artículo completo en Revista InduAmbiente N° 139 (marzo-abril 2016), págs. 26-28.