Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

SOLUCIÓN A LA PUERTA

SOLUCIÓN A LA PUERTA

La contaminación por polimetales se está superando en la XIV Región.



Ciudad de la Eterna Primavera. Puerta Norte. Nombres con que se conoce popularmente a Arica, donde se levanta el morro de 110 metros de altura que evoca la heroica epopeya de la guerra del Pacífico. Y la misma que se emplaza a solo 45 minutos de Tacna, viajando por tierra. Desde 2007, es la capital de la región de Arica y Parinacota, última unidad administrativa del norte del país, en el límite con Perú. Ubicada a 2.070 km de Santiago, se caracteriza por un clima donde predomina la escasez de precipitaciones, lo que la convierte en un paisaje de extrema aridez y poca vegetación. 

Anualmente, recibe a más de 400.000 turistas extranjeros, quienes recorren sus 16.898 km2 de superficie, visitando atractivos diversos, como las playas de la Lisera, El Laucho, Chinchorro y Las Machas, los valles de Azapa y Lluta, la reserva de la biósfera Lauca o el pueblo de Putre.

No obstante, de manera paralela la región continúa su lucha por enfrentar los problemas  ambientales que la aquejan. El más conocido –y tristemente célebre– es la contaminación por polimetales en Arica, situación que se arrastra desde hace tres décadas y que ha traído consecuencias de distinto grado en la salud de los habitantes. Más de cinco gobiernos han implementado medidas para su control, con participación de varios ministerios y organismos, tales como  Salud, Vivienda y Urbanismo y Medio Ambiente.

En este marco, en 2012 se promulgó la ley 20.590, denominada “Ley de polimetales”, que estableció un programa de intervención en los sectores perjudicados.

Avances Monitoreados

Una de las principales acciones ejecutadas ha sido la aplicación del supresor de polvo vegetal Fitosoil Forte en varios puntos de la comuna, circunscritos dentro del llamado “polígono de intervención”. Renato Briceño, seremi del Medio Ambiente de Arica y Parinacota, reconoce que, en una primera fase, este agente químico jugó un rol clave. “Durante los primeros años de intervención por parte del Serviu, especialmente en lo que a recuperación de espacios públicos se refiere, la prioridad era evitar la polución de los sitios que estuvieron contaminados como también de los que estaban recuperándose”, recuerda. 

Lo anterior, argumenta la autoridad, porque existía un riesgo de contaminación explícito, por la presencia de metales pesados adosados a las partículas respirables en el aire. Sin embargo, añade que con el tiempo se ha requerido menos la aplicación del Fitosoil. “En efecto, sin aplicar el supresor de polvo, desde el año pasado hemos obtenido resultados muy positivos, pues no ha habido detección de metales pesados adosados a partículas respirables; es decir, el aire de nuestra ciudad hoy está exento de riesgo y podemos respirar tranquilos”, sentencia.

Para llegar a esta conclusión, sostiene que los monitoreos de calidad de aire han sido fundamentales. Al respecto, considerando que las condiciones naturales de ventilación de Arica –velocidad y dirección de los vientos– se caracterizan por ser muy dinámicas, precisa que se operan seis estaciones de monitoreo que tienen un radio de cobertura de 2 kilómetros cada una. “De esa forma, se logra monitorear la calidad del aire en toda la ciudad”, acota.

Lea este artículo completo en Revista N° 137, páginas 12 a 14.