Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

A Controlar el Radón

A Controlar el Radón

AGQ muestrea y mide la concentración en espacios cerrados de este gas que puede causar cáncer al pulmón.



El radón es un gas radiactivo de origen natural que no presenta ni olor ni color y que es producto de la desintegración del uranio, presente de forma natural en la corteza terrestre.

Actualmente, el radón está considerado como la principal fuente de exposición a la radiación natural para los humanos. De hecho, el informe Unscear (2006) sugiere que, a nivel mundial, su presencia explicaría cerca del 52% del promedio global de dicha exposición.

Su isótopo más abundante es el 222Rn, con una semivida de 3.8 días, que emana de las rocas y del suelo y tiende a concentrarse en espacios cerrados como minas subterráneas, viviendas y edificios.

Efectos en la Salud

La desintegración del radón produce la emisión de partículas alfa, dando origen a productos de desintegración sólidos como polonio, bismuto y plomo, entre otros. Todos ellos son radiactivos y responsables de los efectos nocivos del radón en la salud humana, ya que, estén adheridos o no a los aerosoles atmosféricos, se pueden inhalar y depositar en el tracto broncopulmonar a diferente profundidad dependiendo de su tamaño, aumentando el riesgo de daño del ADN por su carácter radioactivo.

Estudios epidemiológicos han determinado una asociación directa entre el cáncer de pulmón y la exposición continua a este gas en espacios interiores.

La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) incluye a este elemento dentro del Grupo 1 de carcinogénicos para los humanos junto al tabaco, la exposición a la radiación solar, las bebidas alcohólicas y las carnes procesadas.

Los estudios confirman también que el radón en las viviendas aumenta el riesgo de cáncer de pulmón en la población general, sin que se hayan demostrado fehacientemente otros efectos de este gas sobre la salud.

Se estima que la proporción de casos de dicha enfermedad asociados al radón, con respecto al total, varía entre un 3% y un 14% según su concentración media en el país y el método de cálculo empleado.

En muchos países, el radón es la segunda causa de cáncer pulmonar después del consumo de tabaco. Y es mucho más probable que provoque esta patología en personas que fuman o han fumado que en quienes nunca lo han hecho. Sin embargo, entre quienes no han fumado nunca constituye la principal causa.

No se conoce una concentración umbral por debajo de la cual la exposición al radón no suponga ningún riesgo. Incluso niveles muy bajos pueden provocar un pequeño incremento en el riesgo de padecer la mencionada enfermedad.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mayoría de los casos de cáncer de pulmón inducidos por el radón es causada por concentraciones bajas o moderadas de éste, ya que en general es menor el número de personas expuestas a concentraciones elevadas de radón en interiores.

A Controlar el Radon-02x550AGQ mide la concentración de radón mediante detectores de trazas.

Recomendaciones

La OMS entrega las siguientes recomendaciones para controlar el riesgo que supone el radón en nuestro entorno:

• Medir la concentración de radón en zonas de riesgo, bajo protocolos que garanticen su exactitud.

• Aplicar medidas de protección frente a este elemento en el caso de nuevas edificaciones, así como medidas de mitigación en edificaciones existentes.

• Evaluar el correcto funcionamiento de las medidas aplicadas en función de la concentración de radón.

Cabe indicar que el radón penetra en el interior de los edificios y las viviendas a través de las grietas y fisuras, por los conductos y entramados de saneamiento e interior de la cámara de aire, acumulándose en las plantas inferiores de las construcciones. Su concentración en los edificios sufre ciclos diarios y estacionarios, aumentando por la noche y en invierno debido a la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior, lo que ocasiona procesos de recarga.

Legislación

En Chile no existe legislación al respecto, pero Estados Unidos y Europa ya cuentan con normas de seguridad básica para la protección de las personas contra los peligros derivados de su exposición a radiaciones ionizantes.

AGQ Chile, a través de su laboratorio en España, acreditado bajo ISO/IEC 17025, realiza la toma de muestras para luego medir la concentración de radón mediante detectores de trazas. Además, dispone de una amplia gama de análisis relacionados con radiactividad en matrices ambientales.

Para solicitar mayor información sobre el catálogo de servicios ambientales que AGQ ofrece, puede escribir al email: rparra@agqlabs.com

Artículo publicado en InduAmbiente 179 (noviembre-diciembre 2022), páginas 72 a 73.