
Hoy en día, la optimización del uso de agua consuntiva con fines industriales en Chile se ha transformado en una necesidad imperativa para los sectores minero, agropecuario y, en general, para la actividad industrial. La creciente recurrencia de conflictos entre usuarios por el acceso y la asignación del recurso hídrico ha incentivado a diversas compañías a innovar en el desarrollo e implementación de modelos de tratamiento de aguas utilizadas en sus procesos, con el propósito de posibilitar su reutilización o su restitución en condiciones adecuadas, y así destinarlas a otros usos.
Durante años, el tratamiento de aguas de uso industrial ha sido abordado principalmente como un costo necesario para dar cumplimiento a la normativa operacional y resguardar la denominada "licencia para operar". Sin embargo, en la actualidad, empresas mineras líderes y de vanguardia están impulsando innovaciones orientadas al tratamiento, recirculación y reutilización de estas aguas, con el fin de asegurar la continuidad operacional, mejorar la productividad en la recuperación de minerales y generar valor compartido mediante una gestión hídrica responsable y colaborativa con las comunidades aledañas.
Se estima que la demanda de agua del sector minero tenderá a incrementarse, impulsada por el aumento proyectado en la demanda de cobre asociado a la transición energética y la electrificación, así como por la disminución de las leyes de mineral. No obstante, de acuerdo con proyecciones de Cochilco, la demanda hídrica del sector crecería a una tasa promedio de 2,3% anual entre 2023 y 2034. En este contexto, si bien el desarrollo de plantas desaladoras constituye una medida relevante, no exime a la industria de continuar fortaleciendo e implementando modelos de tratamiento de aguas industriales que permitan su recirculación y reutilización, reduciendo la presión sobre fuentes continentales y mejorando la eficiencia hídrica de sus operaciones.
La competitividad del sector minero e industrial en Chile depende de una gestión sostenible del recurso hídrico que permita no solo mantener estándares operacionales de primer nivel, sino también elevar los niveles de productividad mediante el desarrollo e implementación de innovaciones en sistemas de tratamiento, recuperación y recirculación de aguas, así como en la adecuada gestión de los residuos asociados a dichos procesos.
Columna publicada en InduAmbiente n° 197 (noviembre-diciembre 2025), página 21.
