Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Agroindustria Circular

Agroindustria Circular

Destacamos acciones, desafíos y oportunidades para que este rubro avance hacia una economía circular.



¿Probaría alimentos en base a harina de orujo o bagazo de uva? Si se abre a esa posibilidad, le contamos que esta materia prima contiene antioxidantes y fibra, dos componentes que han sido reconocidos como promotores de la salud humana.

Esta poco tradicional variante de harina -que se usa para la elaboración de pan, pastas, galletas y otros productos- fue creada por el Centro de Nutrición Molecular y Enfermedades Crónicas de la Universidad Católica. Un empresario ya trabaja en su incorporación masiva al mercado a través del pan.

El anterior es un claro ejemplo de Economía Circular (EC), ya que se valoriza un residuo (bagazo de uva) que la industria vitivinícola utiliza como abono orgánico, en la producción de ácido tartárico o que simplemente se desperdicia por su alto volumen.

Herramienta Sostenible

Según afirma el "Estudio de Economía Circular en el Sector Agroalimentario Chileno", publicado recientemente por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), durante los próximos años esta industria "enfrentará los desafíos de aumentar la productividad de manera sostenible, haciendo un uso eficiente de los recursos naturales y contribuyendo positivamente al medio ambiente y a la sociedad".

Además, agrega el documento, el rubro debe enfrentar los efectos cada vez más adversos del cambio climático y adaptarse a consumidores más exigentes e informados respecto a cómo se producen los alimentos, e interesados en productos elaborados de manera sostenible.

"En este contexto, la EC surge como una herramienta que puede contribuir de manera sistémica a que el sector aborde los desafíos descritos, involucrando la participación y sinergia de múltiples actores", subraya el informe.

El estudio logró identificar 230 iniciativas vinculadas a la EC en Chile, distribuidas en los cinco subsectores considerados: cerealero, frutícola, hortícola, pecuario y vitivinícola. Respecto a las estrategias de circularidad, estableció que en los cuatro últimos la mayoría de los proyectos apuntan a revalorizar los desechos, es decir, transformar productos o residuos descartados para darle una nueva función, capturando el valor de los materiales.

En la fruticultura, por ejemplo, el alperujo (residuo de la producción de aceite de oliva) se emplea en la generación de energía y compost. Y en la horticultura se utilizan desechos de los cultivos y procesamiento de hortalizas para alimentación animal, en compostaje para mejorar la calidad de suelos, y en el desarrollo de alimentos como galletas e ingredientes como sal.

Otra estrategia de EC muy ocupada en la agroindustria es la de reducir el uso de recursos o insumos innecesarios y prevenir la generación de residuos. Un caso que lo ilustra en el subsector cerealero corresponde a la siembra en seco del cultivo de arroz, permitiendo reducir hasta en un 30% el consumo de agua. En la horticultura, un ejemplo es el desarrollo de estrategias para reducir al máximo los residuos derivados del uso de pesticidas. A nivel de la vitivinicultura, se está evitando el ingreso innecesario de recursos en los procesos productivos. Una de las acciones que mencionan los actores consultados en el estudio es el diseño de botellas más livianas (con menor uso de vidrio).

Principios y Ejemplos

Armonizando las diferentes descripciones que existen sobre economía circular a nivel internacional, el informe de Odepa definió tres principios referidos a este modelo, incluyendo en cada uno proyectos de EC implementados en los subsectores abarcados, tal como se detalla a continuación:

• Planificar para el aprovechamiento óptimo de los recursos

Cerealero:
- Implementación de siembra en seco para reducir el uso de agua en cultivo de arroz.
- APL Agroindustria.
- APL Industria de Panificación: compromete reducción de 20% en envío de residuos a relleno sanitario.
- APL Cero Residuos transversal a varias industrias del país.

Frutícola:
- Alternativas de envases a partir de celulosa o PET reciclado para fruta de exportación.
- Proyecto de validación de una metodología para la cuantificación de las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción de frutas y hortalizas.
- Uso de nuevas variedades de cultivos para minimizar el descarte de frutas de exportación.

Hortícola:
- Reutilización de tuberías, boyas, redes y otros materiales en desuso de las salmoneras para construir invernaderos para hortalizas.
- Programa de rescate y distribución de alimentos en mercado mayorista Lo Valledor.
- Producción agrícola vertical en las ciudades o cerca de los centros de distribución, minimizando la huella de carbono.

Vitivinícola:
- Diseño de botellas más livianas (con menor uso de vidrio).
- Innovación en líneas de riego sin alambrado para reducir los plásticos de un solo uso.
- Reducción en el empleo de insumos importados ocupando levaduras nativas.
- Código de Sustentabilidad de la industria vitivinícola chilena.


• Maximizar la utilidad de los materiales en todo momento

Cerealero:
- Donación de alimentos antes de su caducidad a la organización Red de Alimentos.
- Valorización de la cascarilla, subproducto del procesamiento de avena.

Frutícola:
- Desechos provenientes del proceso productivo de harina de carozo se utilizan en la elaboración de pintura para la industria de la construcción.
- Desarrollo de un suplemento alto en fibra producido a partir de la pulpa de descarte del jugo de frutas.
- Descarte de frutas se utiliza para producir jugo, pulpa y pastas. El residual se procesa para elaborar compost.
- Uso de desechos de podas de berries (hoja de arándanos) para generar ingredientes cosméticos activos y estandarizados para el cuidado femenino.

Hortícola:
- Producción alternativa de sal a partir de residuos vegetales como betarraga.
- Uso de residuos líquidos tratados para riego municipal.
- Programa de residuos orgánicos a compostaje en mercado Lo Valledor.
- Priorización del uso de envases 100% reciclables.

Vitivinícola:
- Valorización de borras de vino para producción de pigmentos para industrias cosmética y alimentaria, además de ácido tartárico.
- Reúso de levaduras desechadas en los procesos fermentativos del vino para la generación de hidrolizados de levadura sin aditivos.


• Preservar y mejorar el capital natural

Cerealero:
- Empresas avanzan en la conversión de matriz energética desde petróleo a gas natural, priorizando energías limpias.

Frutícola:
- Empleo de biodigestores en la industria de la oliva para generar energía y compost a partir del alperujo.
- Elaboración de sustratos a partir de subproductos bioprocesados de las industrias cervecera, láctea y maderera del sur de Chile.

Hortícola:
- Adopción de prácticas como el uso de bioinsumos como biofertilizantes.
- Desarrollo de bandejas biodegradables para almácigo utilizando desechos de algas marinas.

Vitivinícola:
- Valorización de residuos orgánicos, como orujo y escobajo, para producir compost.

Oportunidades y Desafíos

Los propios actores de la cadena de los subsectores de la industria agroalimentaria ya mencionados, identificaron las oportunidades que les otorga la economía circular. Coincidieron en las siguientes:

- Desarrollar nuevas líneas de negocio.
- Realizar un uso más eficiente de los recursos.
- Aprovechar las nuevas tecnologías para el desarrollo de envases, embalajes y otros materiales. - Fomentar la regeneración de los suelos y el capital natural.
- Promover el desarrollo territorial.

En relación al primer punto, por ejemplo, el sector frutícola puede valorizar la fruta que se queda en el campo, así como los rastrojos remanentes de cosecha. Y desarrollar productos de mayor valor a partir de desechos agroindustriales como antioxidantes, colorantes y nutraceúticos.

La industria vitivinícola, en tanto, tiene la opción de recuperar compuestos fenólicos y azúcares de los desechos que genera. También valorizar los residuos orgánicos de la producción de vino -como orujos, escobajos, lodos y borras- para la implementación de sistemas de compostaje para su posterior uso como mejoradores de suelo.

Considerando la realidad internacional y nacional, el reporte también identificó algunos desafíos percibidos por los actores del sector, destacando los siguientes: educación, concientización y desarrollo de capital humano calificado en EC; fomentar el I+D, la innovación, el emprendimiento y la extensión; cambios culturales para avanzar hacia una EC; políticas públicas, normativas e incentivos; coordinación de la institucionalidad en este ámbito en el sector agroalimentario; y desarrollar infraestructura y logística apropiada a la EC, entre otros.

Artículo publicado en InduAmbiente N° 166 (septiembre-octubre 2020), págs. 10 a 13.