Viernes 8 de agosto de 2025.- Las organizaciones enfrentan un escenario cada vez más exigente: regulaciones que cambian con alta frecuencia, el incremento constante de las fiscalizaciones, multas cada vez más significativas y compromisos ambientales y sociales de suma relevancia. Muchas de ellas, además, operan en diversas regiones y ajustan sus estructuras internas constantemente para responder a nuevos desafíos. Todo esto ocurre mientras persiste la obligación de demostrar con claridad el estado de cumplimiento ante auditores, autoridades y clientes.
Gestionar este conjunto de obligaciones con herramientas tradicionales suele traducirse en un trabajo lento, fragmentado y con baja capacidad de rendir cuentas de manera confiable.
Para responder a esa realidad, la startup chilena Conect-IA SpA desarrolló Cumplify, un software que integra en una sola plataforma la gestión de requisitos legales, permisos sectoriales y compromisos ambientales y sociales. En ese contexto, ofrece orden, trazabilidad y, sobre todo, la flexibilidad necesaria para adaptarse a la estructura y prioridades de cada empresa, desde pymes hasta multinacionales, ya sean productivas o de servicios.
Cumplify integra en un mismo módulo la gestión de requisitos legales y permisos, lo que permite consolidar la información y simplificar la administración. También hace posible identificar exigencias para múltiples obras o actividades en forma simultánea, sin importar su ubicación geográfica, y gestionar el cumplimiento de proveedores vinculados a la operación. Esto reduce significativamente el tiempo de trabajo y asegura que los equipos apliquen criterios consistentes en toda la organización.
La flexibilidad de Cumplify se refleja en todos los niveles. La plataforma permite modelar el organigrama tal como existe en la práctica y ajustarlo tantas veces como sea necesario, manteniendo siempre la trazabilidad. Las operaciones pueden agruparse de la manera que resulte más útil: por línea de negocio, zona geográfica u otro criterio de interés del cliente. Asimismo, el cumplimiento puede medirse por procesos y subprocesos, lo que facilita responder a estándares internacionales como las normas ISO 14001, 18001 y 9001.
Esa capacidad de segmentación permite asignar responsabilidades con precisión. Cada usuario gestiona únicamente lo que le corresponde, ya sea un área, un proceso, una instalación o una faena, lo que elimina duplicidades y fortalece la rendición de cuentas. Al mismo tiempo, la organización cuenta con dashboards con una vista corporativa consolidada, y con la posibilidad de profundizar hasta la unidad mínima de control para conocer en detalle el estado de cada obligación.
Cuatro pasos
El proceso de gestión se traduce en un esquema simple de cuatro pasos:
Una secuencia clara que convierte un trabajo complejo en un ciclo fácil de aplicar, seguir y auditar.
Este esquema se complementa con auditorías y checklists personalizados, que convierten exigencias en rutinas programables y repetibles. Así, cada requisito se controla de manera práctica, y los resultados se reflejan en tableros e indicadores que facilitan la toma de decisiones.
En un contexto donde las obligaciones se multiplican y cambian con rapidez, Cumplify entrega a las empresas lo que más necesitan: una herramienta que se adapta a sus estructuras, acompaña sus transformaciones y demuestra con certeza el estado de cumplimiento en todo momento.
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