Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Centro de agroecología circular promueve prácticas sostenibles en región de Valparaíso

Centro de agroecología circular promueve prácticas sostenibles en región de Valparaíso

La granja "La Pachamama", ubicada en Los Molles, es un espacio de innovación y aprendizaje para el desarrollo de un sistema productivo basado en prácticas sustentables en una zona de extrema restricción hídrica.



Lunes 18 de marzo de 2024.- Lo que nació como una iniciativa para minimizar los costos de la vida familiar, con un foco en el autoconsumo, hoy sirve como modelo y ejemplo nacional de economía circular y sostenibilidad agrícola. Nos referimos a la granja "La Pachamama", ubicada en Los Molles, región de Valparaíso, que acaba de celebrar su apertura oficial como Centro de Extensión en Agroecología Circular.

El proyecto, que comenzó en noviembre de 2021 con el impulso de Macarena Valdés y Marco Aceituno, busca impulsar mejoras en las prácticas del sector en un entorno agrícola real, ofreciendo un espacio para la innovación y aprendizaje donde se fomenta la resiliencia y sostenibilidad a largo plazo con el establecimiento demostrativo de un sistema productivo sustentable y replicable en la agricultura familiar, en una zona caracterizada por una extrema restricción hídrica. Su esfuerzo, entusiasmo y creatividad se conjuga con el apoyo de instituciones como Indap, INIA, FIA, IICA, Sercotec, Fosis además de los privados.

Técnicas e iniciativas sostenibles

El enfoque del Centro de Extensión se materializó a través de un programa de extensión especialmente diseñado para la granja La Pachamama, y abarcó desde la implementación de técnicas agroecológicas pasando por el manejo y utilización eficiente de cultivos forrajeros, tecnologías de elaboración de bioinsumos, uso apropiado de fertilización orgánica en los cultivos, incorporación de cubiertas vegetales en frutales, el establecimiento demostrativo de un sistema de arbustos forrajeros y praderas, la implementación de cosechas de agua, reciclaje de aguas domésticas y la mejora de la retención de humedad en el suelo a través de la instalación de un sistema de riego subterráneo, para abastecer las especies establecidas de baja demanda hídrica.

El establecimiento de cultivos se alineó con la realidad de la zona de escasez de agua siendo múltiples las semillas de forrajeras establecidas: tréboles, ballicas, medicagos (hualputras), falaris, además de hortalizas y cereales tales como triticale, avena y leguminosas tales como chícharos, lentejas y otros, junto al establecimiento de arbustos forrajeros tales como el Tagasaste. "La diversificación de estos cultivos y la elección de especies adaptadas a condiciones específicas fueron pasos significativos hacia la sostenibilidad y la gestión eficiente de los recursos", aseguró la directora del proyecto, Viviana Barahona.

El modelo de sostenibilidad para el Centro implicó la selección de especies de cultivo que requieren menos agua para su crecimiento como una estrategia inteligente en condiciones climáticas restringidas. "El foco ha sido mejorar el suelo, su fertilidad natural y, sobre todo, su capacidad de retener agua. Por lo que el trabajo con la familia y el equipo de INIA ha sido desarrollar alternativas de uso del forraje verde como cubiertas vegetales (cover crops), como cubierta de material reciclado, como cortina cortavientos, mulch orgánico y otros", añadió.

También destaca el avance en la producción de compost, ácidos húmicos, bokashi, vermicompost y diversos bioinsumos fabricados por los asociados al proyecto, los que fueron incorporados en sus cultivos con buenos resultados. Esto ha sido un componente importante en las capacitaciones y talleres dirigidos a agricultores, apoyados por especialistas de INIA.

Riego con agua tratada

El sistema de riego implementado en el Centro de Extensión en Agroecología Circular es otra práctica a resaltar. Su puesta en marcha por parte del equipo técnico se dividió en dos partes: un sistema que riega el forraje hidropónico y otro que recoge el recurso hídrico de la planta de tratamiento de aguas y la distribuye hacia el sector donde están establecidos los Tagasastes.

Este sistema de riego con agua tratada, con un estanque de seis mil litros, ha asegurado un suministro constante de agua. "El hecho de utilizar agua tratada y reciclada para el riego no sólo es económicamente eficiente, sino que también demostró un enfoque integral hacia la sostenibilidad y la eficiencia en el uso de los recursos hídricos", subrayó Viviana Barahona.

Para el aprovechamiento del agua de la planta de tratamiento se diseñó un sistema de riego hacia el sector de arbustos forrajeros (superficie de 1.080 m2), donde se realizó un establecimiento demostrativo de un sistema de Tagasastes (arbustos traídos desde Cauquenes) y praderas con riego subterráneo para regar especies de baja demanda hídrica con un sistema de alta eficiencia. Para tal efecto se consideró una bomba solar con controlador programable y sensor de parada, la que impulsa el agua del estanque desde la planta de tratamiento hasta el sector de arbustos forrajeros.

La introducción de las tecnologías de cosecha de aguas desde los techos a través de canaletas y contenedores ubicados en diversos puntos del predio, marcaron un avance importante en la capacidad de la granja para administrar y optimizar el riego de los cultivos. En ese marco, se implementó un contenedor cisterna flexible para la recolección y almacenamiento de aguas lluvias conducidas desde los techos en las distintas construcciones de la propiedad. Se trata de una infraestructura que ofrece la capacidad de acumular hasta 50 mil litros de agua en un buen año, proporcionando un valioso recurso para el riego de cultivos y la provisión de agua para el ganado.

La incorporación de maquinaria, equipamiento e implementos tecnológicos entregó numerosos beneficios con un impacto positivo en la productividad de la granja, desde la simplificación de las tareas agrícolas hasta el aumento de la eficiencia en las operaciones diarias, facilitando labores que antiguamente se hacían en forma manual como la siembra de cereales, controles de malezas, preparación de suelos y elaboración de bioinsumos.

Entre los implementos que han ayudado a mejorar el proceso productivo destacan una desbrozadora, un tractor con pala, un motocultor, una sembradora planet y balanzas. Además, se han provisto plantas de hortalizas, aromáticas y medicinales, árboles nativos y forrajeros, junto a los materiales necesarios (bolsas de diferentes tamaños, speedlings, regaderas, estructuras de apoyo, estanques, pulverizadores, etcétera), para que los asociados puedan viverizar su propio material vegetal.

Educación y difusión

El Centro de Extensión no sólo beneficia a los agricultores y emprendedores, sino que también contribuirá al desarrollo sostenible de las comunidades locales a través de programas educativos, talleres prácticos y eventos de divulgación. "Esperamos que el conocimiento y la conciencia sobre las prácticas agroecológicas y la economía circular se difundan de manera efectiva", dijo la directora del proyecto.

Macarena Valdés agradeció a las instituciones que han apoyado este proyecto. Al respecto señaló: "Nuestros hijos son el motor, ellos son la fuerza que nos mueve diariamente. Nuestro foco ha sido siempre cómo alimentar a nuestros hijos, reutilizando materiales y realizando economía circular".

Con la infraestructura ya en marcha, el Centro de Extensión en Agroecología Circular está preparado para iniciar sus capacitaciones en la modalidad de talleres, charlas, días de campo, por lo que se invita a todos los interesados a conocer esta iniciativa que ofrece un espacio valioso para la construcción de un futuro agrícola más sustentable.

Sus fundadores son los encargados de gestionar la visita de actividades grupales dirigidas a organizaciones de municipios, equipos del Prodesal, estudiantes y comunidad en general. Más información se puede encontrar en https://granjapachamama.cl