Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

De la Reacción a la Prevención

De la Reacción a la Prevención

Cómo elaborar un plan efectivo de seguridad y salud ocupacional.



Las empresas deben pasar de perseguir accidentes a identificar tendencias de acción, y a partir de eso, diseñar procesos para hacerse cargo de los problemas identificados. Esas son algunas de las claves para mejorar de manera efectiva los estándares de seguridad y salud ocupacional en las organizaciones.

Así lo planteó Alan Grant, consultor senior de la compañía norteamericana Behavioral Science Technologies (BST), durante su presentación en el Congreso “Líderes Construyendo Cultura Preventiva”, organizado por la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), a fines de noviembre en Espacio Riesco.

En la ocasión, el ejecutivo detalló los pasos para elaborar un plan de acción efectivo en esta materia, tema que revisamos a continuación.

Plan de Acción

El especialista señaló que para abordar adecuadamente estos temas “el gran secreto radica en configurar un proceso”, vale decir, un flujo de acción que tiene varias etapas: reconocer el problema, descifrar las causas que lo originan, definir opciones para resolver el problema, diseñar un plan de acción y medir los resultados.

Como se mencionó, lo primero es identificar el problema para lo cual es necesario declararlo de manera convincente para así motivar su resolución. Esto implica realizar una descripción breve, detallar la información de respaldo, la motivación para resolver el problema, y describir la situación deseada, cómo se medirán los avances y se reconocerá el éxito de la solución.

Grant indicó que algunos de los obstáculos más comunes que impiden una adecuada identificación de los problemas y, por lo tanto, ponen en riesgo la seguridad y salud de los trabajadores, son: los encargados de seguridad de la organización no asumen adecuadamente su rol; los equipos no realizan el “minuto de seguridad” al inicio del turno; los miembros del equipo no asisten a las reuniones mensuales; los trabajadores no comparten las perspectivas del equipo de seguridad; y los superiores no brindan el apoyo necesario.

Para superar esas trabas es necesario tener claro a quiénes es importante involucrar en el proceso, reunir meticulosamente los datos que servirán para definir el problema, y ser precisos para determinar las causas que originan los problemas.

“Cuando aparece un problema debo preguntarme: ¿cuento con un proceso al que recurrir para resolver este problema?, ¿utilizo este proceso de manera efectiva?, ¿mi grupo de trabajo tiene también incorporado este proceso?”, acotó el experto.

Datos y Tendencias

Otro paso relevante es utilizar de manera correcta los datos disponibles, para así generar un proceso documentado que resuelva el o los problemas detectados.

Grant comentó que existe mucha información disponible para identificar problemas de seguridad en las organizaciones, pero éstas suelen ignorarla. Entre otras fuentes están los informes de investigación de accidentes, reportes de cuasi accidentes, información de auditorías, observaciones y comentarios de trabajadores.

Además, es conveniente analizar las tendencias que podrían impactar en la seguridad, como son el trabajo en horas extra, las demandas de producción, los accidentes ocurridos y las dinámicas culturales.

“La clave está en no perseguir accidentes puntuales sino que en identificar tendencias, ya que esto conduce a la prevención y no a la mera reacción”, enfatizó el representante de BST. Y añadió que los equipos que al interior de las organizaciones trabajan en temas vinculados a la calidad y control de gestión suelen ser buenos identificando tendencias, por lo que pueden ser excelentes socios en esta etapa del proceso.

Artículo completo en InduAmbiente N° 131 (noviembre-diciembre 2014), pág. 94-96.