Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Gestión Vital

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Detalles del APL "Certificado Azul" que busca reducir la huella hídrica en los sectores productivos.



El agua escasea en Chile. Entre las regiones de Atacama y Metropolitana, 79 comunas han sido declaradas como Zona de Escasez Hídrica y el 76% de la superficie del territorio nacional está afectado por sequía, desertificación o suelo degradado.

Y, por si esto fuera poco, al año 2040 seremos uno de los 30 países con mayor estrés hídrico del mundo (WRI, 2015).

Al centro del debate está el destino de cada gota de agua disponible, buscando priorizarse el consumo humano y la optimización de su uso en las actividades productivas.

En medio de este "seco" panorama, recientemente se firmó el Acuerdo de Producción Limpia (APL) "Certificado Azul", una iniciativa público privada que impulsan de forma conjunta la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) -entidad ligada a Corfo- y Fundación Chile.

Este APL tiene el objetivo de fomentar la gestión integrada y sustentable del agua y la seguridad hídrica del territorio nacional, promoviendo la eficiencia en su uso en los procesos productivos y de servicios. Esto, a través de la articulación de acciones con empresas de distintos rubros de la economía, con miras a que sus adherentes obtengan en el plazo de 36 meses el máximo nivel de certificación: el "Certificado Azul".

En el Acuerdo participan el Ministerio del Medio Ambiente, la Superintendencia del Medio Ambiente, la Dirección General de Aguas, INDAP, CORFO, ProChile, la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Chilealimentos, SOFOFA, ASIMET, SNA y SONAMI. Su origen se gestó en el marco del proyecto SuizAgua del programa latinoamericano "El Agua nos Une" y está alineado con el ODS 6 de la Agenda 2030 de la ONU, que busca garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible.

Gradualidad y Colaboración

Para la puesta en marcha del APL se aplicará el estándar ISO 14.046 (Huella del Agua), con el fin de reducir en al menos un 5% los impactos de los principales puntos críticos que se identifiquen y, junto con ello, diseñar acciones destinadas a bajar el consumo del agua. En esa línea, se promoverán prácticas de eficiencia hídrica en las cadenas de producción.

Claudia Galleguillos, Líder de Estrategias Hídricas de Fundación Chile, comenta que el APL apunta a abordar la gestión completa y estratégica del agua: "Lo que esta herramienta busca es medir la gestión hídrica de la empresa a nivel interno, con el fin de realizar proyectos orientados a implementar la eficiencia hídrica en todo el proceso productivo".

La experta agrega que "a lo largo de los últimos años nos hemos dado cuenta de que una empresa puede ser absolutamente eficiente y tener cero descargas, pero el riesgo de quedarse sin agua sigue siendo inminente. Por lo tanto, lo que hace la ISO 14.046 es dar una mirada fuera del proceso productivo, lo que tiene que ver con el entorno, donde están los verdaderos riesgos y beneficios; con los territorios y otros usuarios, y también con la cadena de proveedores".

El "Certificado Azul" se basa en dos principios fundamentales, gradualidad y colaboración. "Se trata de un instrumento gradual en su aplicación, de modo de abarcar a toda la cadena del sistema productivo, desde los proveedores hasta la producción misma de las grandes empresas", comenta Giovanni Calderón, Director Ejecutivo de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático.

Por su parte, Galleguillos añade que esta orientación "permite que la empresa vaya creciendo en su gestión hídrica a lo largo del tiempo, pero además hace posible que las diferentes compañías, independientemente de su tamaño, puedan ser reconocidas en algunos de los tres niveles de gestión del APL".

Respecto a los beneficios del énfasis colaborativo, la especialista precisa que las firmas podrán "mirar fuera de la propia cadena productiva y ver a sus proveedores como importantes para sostenerse a sí mismas en el tiempo, además de apoyar a las pequeñas empresas y avanzar en este proceso de la gestión del agua".

Por otra parte, los adherentes se comprometerán a ejecutar un plan de valor compartido en los territorios en que están insertos, vinculado con los impactos de la HdA (Huella del Agua).

Metas y Adhesión

Una vez admitida su incorporación, las compañías tendrán que cumplir con metas generales. Primero, establecer las responsabilidades y competencias necesarias de las personas que estarán a cargo de implementar el "Certificado Azul" al interior de la organización. Asimismo, definir el alcance y levantar líneas base respecto de los indicadores a medir y, en tercer lugar, difundir el logro de los resultados obtenidos por medio de la implementación del APL.

Estos objetivos comprenden, a la vez, la aplicación de herramientas asociadas a la medición de la huella hídrica y a la gestión de información y responsabilidad social del agua. De este modo, jerarquizando prioridades e incentivando la inversión necesaria, se fomentará la eficiencia, productividad y desempeño ambiental de las empresas.

Los niveles de adhesión a los que los participantes pueden aspirar son tres: medición, reducción y valor compartido sumado al otorgamiento del "Certificado Azul". Cada nivel alcanzado considera períodos de vigencia de entre uno y dos años, a excepción del tercero que puede extenderse a tres (ver tablas).

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Requisitos

Johanna Guzmán, Encargada Nacional de Control y Supervisión de Acuerdos de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, explica que las empresas interesadas en postular deberán cumplir ciertos requisitos. Entre ellos, indicar sus antecedentes de identificación, incluyendo datos generales y ubicación geográfica, y definir a qué nivel de certificación se enfocarán.

También, acompañar antecedentes técnicos y legales, como por ejemplo inscripción de derechos de agua y señalar si cuentan con autorizaciones otorgadas a través de sus resoluciones de calificación ambiental. "Asimismo, mencionar si es que hay algún proceso sancionatorio vigente en curso, pues las empresas que postulen no podrán tener conflictos en el territorio donde se emplazan con relación al recurso hídrico ni tampoco registrar incumplimientos normativos".

Las compañías interesadas en adherir al APL "Certificado Azul" podrán postular a partir del 26 de abril y por espacio de un mes calendario. El 22 de marzo, Día Mundial del Agua y fecha escogida para la firma del Acuerdo, había más de 150 organizaciones privadas dispuestas a sumarse a esta iniciativa.

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RECUADRO:

Compatible con NDC

La Ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, destaca que el "Certificado Azul" está alineado con las metas y compromisos de ambición climática de Chile, presentados hace un año en la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático. En ese sentido, la secretaria de Estado precisa que el APL "se enmarca en nuestra NDC, incorporando en su estructura un inédito pilar social de transición justa y desarrollo sostenible en todos los territorios".

Artículo publicado en InduAmbiente 169 (Marzo-Abril 2021), páginas 48 a 50.