Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

EL VALOR DE LA GESTIÓN

EL VALOR DE LA GESTIÓN

De 3% a 10% de ahorro puede alcanzarse vía sistemas de gestión de energía.



No es raro que en la actualidad se hable de “gestión” al interior de las empresas. De hecho, gestionar la calidad, los costos, la cartera de clientes y hasta las marcas, es tremendamente común y está muy internalizado en la plana directiva de las organizaciones, permeando posteriormente a toda ella.

Lo que no todas las empresas saben, es que algo tan basal para el funcionamiento de las industrias, como es la energía, también puede ser gestionada. En este contexto, las preguntas que inmediatamente surgen son ¿para qué? y ¿cuánto le va a costar a la organización?

“Lo importante, para comenzar, es entender que la implementación de un sistema de gestión de la energía (SGE), es un acto voluntario y puede darse en cualquier tipo de organización, sin importar su actividad, tamaño o consumo energético”, afirma Juan Pablo Payero, jefe de la Línea de Desarrollo de Industria y Minería de la Agencia Chilena de Eficiencia Energética.

Norma ISO 50001

Al hablar de sistemas de gestión de la energía, es imposible no referirse a la norma internacional ISO 50001, publicada en junio de 2011. “Esta norma internacional permite a la organización contar con un enfoque metódico para alcanzar una mejora continua en su desempeño energético, incluyendo la eficiencia energética, el uso y el consumo de la energía. Para esto detalla los requisitos necesarios para establecer, implementar, mantener y mejorar un SGE”, sostiene Payero.

Para ejemplificar los beneficios, existen datos tanto a nivel internacional como local, de que las empresas pueden mejorar el desempeño energético entre un 3% y un 10% con sistemas de gestión de la energía implementados de manera formal, lo que no necesariamente implica que estén certificados de acuerdo a la norma ISO 50001.

Respecto de los costos de la implementación de un sistema de gestión, es imprescindible aclarar que es un proceso único para cada empresa. Lo importante es considerar variables como el alcance y rango de aplicación del SGE, tamaño de la organización y recursos humanos; además de sistemas y procesos existentes.

En relación a esto, Juan Pablo Payero indica: “Si ya existen sistemas de gestión al interior de la empresa, el trabajo de diseño y construcción de procedimientos, y nuevas instrucciones se limitará sólo a requerimientos medulares. Otra ventaja de este escenario, es el nivel de capacitación y entrenamiento que presentará el personal de la empresa, ya que los trabajadores estarán familiarizados con la manera de trabajar un sistema de gestión, lo mismo a nivel de la dirección y mandos medios”.

En Chile hay unas 30 empresas certificadas bajo esta norma internacional y esa cifra, sin duda, va en aumento. Es por esto, que la Agencia Chilena de Eficiencia Energética está preparando nuevas herramientas que puedan servir de apoyo para la implementación y certificación de un mayor número de sistemas de gestión de la energía, generando nuevas y mejores competencias técnicas en los profesionales encargados de liderar estos procesos y trabajando con la totalidad de los actores del mercado, es decir, empresas que deseen certificar, consultores que se dediquen a la implementación y casas certificadoras.

Artículo publicado en InduAmbiente N° 143 (noviembre-diciembre 2016), pág. 78.